NÚMEROS 10:29-36
NÚMEROS 10:29-36 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces dijo Moisés a su suegro Hobab hijo de Ragüel, el madianita: —Nosotros partimos para el lugar del cual el Señor ha dicho: «Yo os lo daré». Ven con nosotros y te trataremos bien, porque el Señor ha prometido el bien a Israel. Él le respondió: —Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela. Moisés insistió: —Te ruego que no nos dejes, pues tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto y serás como nuestros ojos. Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que el Señor nos ha de conceder, lo compartiremos contigo. Así partieron del monte del Señor para una jornada de tres días. El arca del pacto del Señor fue delante de ellos los tres días de camino, a fin de buscarles un lugar de descanso. Desde que salieron del campamento, la nube del Señor iba sobre ellos de día. Cuando el arca se movía, Moisés decía: ¡Levántate, Señor! ¡Que sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen! Y cuando ella se detenía, decía
NÚMEROS 10:29-36 La Palabra (versión española) (BLP)
Moisés dijo a su suegro Jobab del clan madianita de Ragüel: —Nosotros partimos hacia la tierra que el Señor ha prometido darnos. Ven con nosotros y seremos generosos contigo, pues el Señor ha prometido ser generoso con Israel. Pero Jobab le respondió: —Yo no iré, sino que retornaré a mi tierra natal. Moisés insistió: —Te ruego que no nos dejes, pues tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto y podrás servirnos de guía. Si vienes con nosotros, compartiremos contigo el bienestar que el Señor nos depare. Marcharon, pues, del monte del Señor e hicieron tres jornadas de camino. El Arca de la alianza del Señor los acompañó durante los tres días de camino, buscándoles un lugar donde acampar; por su parte, desde que salieron del campamento, la nube del Señor no dejaba de acompañarlos durante el día. Cuando el Arca se ponía en marcha, Moisés decía: —¡Ponte, Señor, en acción! Que sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen. Y cuando el Arca se detenía, decía Moisés: —¡Mira con benevolencia, Señor, a los incontables ejércitos de Israel!
NÚMEROS 10:29-36 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Un día Moisés dijo a su cuñado Hobab, hijo de Reuel el madianita: –Nosotros nos vamos al país que el Señor ha prometido darnos. Ven con nosotros y te trataremos bien, pues el Señor ha prometido tratar con bondad a Israel. Pero Hobab le contestó: –No, yo prefiero volver a mi tierra, donde están mis parientes. –No te vayas –insistió Moisés–. Tú conoces bien los lugares donde se puede acampar en el desierto, y puedes servirnos de guía. Si vienes con nosotros, compartiremos contigo todo lo bueno que el Señor nos conceda. Así pues, se fueron del monte del Señor y caminaron durante tres días. El arca del pacto del Señor iba delante de ellos, buscándoles un lugar donde descansar. Durante el día, apenas se ponían en camino, la nube del Señor iba sobre ellos. En cuanto el arca se ponía en marcha, Moisés decía: “¡Levántate, Señor! ¡Que se dispersen tus enemigos! ¡Que al verte huyan los que te odian!” Pero cuando el arca se detenía, decía Moisés
NÚMEROS 10:29-36 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces Moisés le dijo al madianita Hobab hijo de Reuel, que era su suegro: ―Vamos a partir hacia la tierra que el SEÑOR prometió darnos. Ven con nosotros. Seremos generosos contigo, ya que el SEÑOR ha prometido ser generoso con Israel. ―No, no iré —respondió Hobab—; quiero regresar a mi tierra y a mi familia. ―Por favor, no nos dejes —insistió Moisés—. Tú conoces bien los lugares del desierto donde debemos acampar. Tú serás nuestro guía. Si vienes con nosotros, compartiremos contigo todo lo bueno que el SEÑOR nos dé. Los israelitas partieron de la montaña del SEÑOR y anduvieron por espacio de tres días, durante los cuales el arca del pacto del SEÑOR marchaba al frente de ellos para buscarles un lugar donde acampar. Cuando partían, la nube del SEÑOR permanecía sobre ellos todo el día. Cada vez que el arca se ponía en marcha, Moisés decía: «¡Levántate, SEÑOR! Sean dispersados tus enemigos; huyan de tu presencia los que te odian». Pero cada vez que el arca se detenía, Moisés decía: «¡Regresa, SEÑOR, a la incontable muchedumbre de Israel!»