Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

NEHEMÍAS 8:9-18

NEHEMÍAS 8:9-18 Reina Valera 2020 (RV2020)

Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que hacían entender al pueblo dijeron a toda la congregación: —Hoy es día consagrado al Señor, nuestro Dios; no os entristezcáis ni lloréis. Pues todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley. Luego les dijo: —Id, comed alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque este es día consagrado a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo del Señor es vuestra fuerza. También los levitas calmaban a todo el pueblo, al decirle: —Callad, porque es día santo; no os entristezcáis. Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, a obsequiar porciones y a gozar de gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado. Al día siguiente, se reunieron los cabezas de familia de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, junto al escriba Esdras, para estudiar las palabras de la ley. Y hallaron escrito en la ley que el Señor había mandado por medio de Moisés, que habitaran los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo; y que hicieran saber e hicieran pregonar por todas sus ciudades y por Jerusalén: —Salid al monte y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito. Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos. Algunos las hicieron en las azoteas de sus casas; otros las hicieron en sus patios, o en el patio del templo de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y también en la plaza de la puerta de Efraín. Toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo gran alegría. Leyó Esdras el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; hicieron la fiesta solemne durante siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.

NEHEMÍAS 8:9-18 La Palabra (versión española) (BLP)

El gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras y los levitas que enseñaban a la gente dijeron a todo el pueblo: —Hoy es un día dedicado al Señor, vuestro Dios. No os entristezcáis ni lloréis. Y es que el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley. Les dijo además: —Id a comer manjares escogidos, bebed vinos generosos e invitad al que no disponga de nada para sí. Hoy es un día consagrado a nuestro Señor; no os entristezcáis porque la alegría del Señor es vuestra fuerza. Los levitas tranquilizaban a todo el pueblo diciendo: —¡No lloréis ni os entristezcáis! Este es un día consagrado. Se retiró todo el pueblo a comer y a beber; invitaron a otros y dieron muestras de una gran alegría porque habían entendido las palabras que les habían enseñado. Al día siguiente se reunieron los cabezas de familia de todo el pueblo, los sacerdotes, los levitas y el escriba Esdras para profundizar en las palabras de la ley. Y en la ley promulgada por Moisés encontraron escrito que los israelitas debían habitar en cabañas durante la fiesta del séptimo mes y que, por tanto, debían hacer correr la voz por Jerusalén y por todas sus ciudades para que salieran al monte y trajeran ramas de olivo y de acebuche, de mirto, de palmeras y de otros árboles frondosos para hacer cabañas, según lo prescrito. Salió, pues, el pueblo, trajo las ramas e hicieron con ellas cabañas para cada uno en sus patios y terrazas, así como en los atrios del Templo de Dios, en la plaza de la Puerta de las Aguas y en la plaza de la Puerta de Efraín. Todos los que habían regresado del destierro construyeron cabañas y habitaron en ellas. Era algo que los israelitas no hacían desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta entonces. Y hubo una alegría muy grande. Se leyó el Libro de la Ley de Dios todos los días, desde el primero hasta el último. Hicieron fiesta durante siete días y al octavo se celebró, según la costumbre, una solemne asamblea.

NEHEMÍAS 8:9-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Y como todo el pueblo lloraba al oir los términos de la ley, tanto el gobernador Nehemías como el maestro y sacerdote Esdras y los levitas que explicaban la ley al pueblo, dijeron a todos que no se pusieran tristes ni llorasen, porque aquel día estaba dedicado al Señor su Dios. Además les dijo Esdras: “Id y comed de lo mejor, bebed vino dulce e invitad a quienes no tengan nada preparado, porque hoy es un día dedicado a nuestro Señor. No estéis tristes, porque la alegría del Señor es nuestro refugio.” También los levitas calmaban a la gente, diciendo que se callaran y no llorasen, porque era un día dedicado al Señor. Entonces toda la gente se fue a comer y beber, y a compartir su comida y celebrar una gran fiesta, porque habían comprendido lo que se les había enseñado. Al día siguiente, todos los jefes de familia y los sacerdotes y los levitas se reunieron con el maestro Esdras para estudiar los términos de la ley, y encontraron escrito en ella que el Señor había ordenado por medio de Moisés que, durante la fiesta religiosa del mes séptimo, los israelitas debían vivir debajo de enramadas. Entonces, por todas las ciudades y en Jerusalén se hizo correr la voz de que la gente saliera a los montes a buscar ramas de olivo, arrayán, palmera o cualquier otro árbol frondoso, para hacer las enramadas, conforme a lo que estaba escrito en la ley. Y la gente salió y volvió con ramas para hacer sus propias enramadas en las azoteas y en los patios, como también en el atrio del templo de Dios, en la plaza de la puerta del Agua y en la plaza de la puerta de Efraín. Toda la comunidad que volvió del destierro hizo enramadas y se instaló debajo de ellas, pues desde el tiempo de Josué, hijo de Nun, hasta aquel día no se había hecho tal cosa. Y hubo una gran alegría. Celebraron la fiesta religiosa durante siete días; y desde el día primero hasta el último, diariamente, Esdras leyó pasajes del libro de la ley de Dios; y en el día octavo hubo una reunión solemne, conforme a la costumbre establecida.

NEHEMÍAS 8:9-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Al oír las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar. Por eso el gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo les dijeron: «No lloréis ni os pongáis tristes, porque este día ha sido consagrado al SEÑOR vuestro Dios». Luego Nehemías añadió: «Ya podéis iros. Comed bien, tomad bebidas dulces y compartid vuestra comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estéis tristes, pues el gozo del SEÑOR es nuestra fortaleza». También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo. Les decían: «¡Tranquilos! ¡No estéis tristes, que este es un día santo!» Así que todo el pueblo se fue a comer y beber y compartir su comida, felices de haber comprendido lo que se les había enseñado. Al día siguiente, los jefes de familia, junto con los sacerdotes y los levitas, se reunieron con el maestro Esdras para estudiar los términos de la ley. Y en esta encontraron escrito que el SEÑOR le había mandado a Moisés que durante la fiesta del mes séptimo los israelitas debían habitar en enramadas y pregonar en todas sus ciudades y en Jerusalén esta orden: «Id a la montaña y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmera y de todo árbol frondoso, para hacer enramadas, conforme a lo que está escrito». De modo que la gente fue y trajo ramas, y con ellas hizo enramadas en las azoteas, en los patios, en el atrio del templo de Dios, en la plaza de la puerta del Agua y en la plaza de la puerta de Efraín. Toda la asamblea de los que habían regresado del cautiverio hicieron enramadas y habitaron en ellas. Como los israelitas no habían hecho esto desde los días de Josué hijo de Nun, hicieron una gran fiesta. Todos los días, desde el primero hasta el último, se leyó el libro de la ley de Dios. Celebraron la fiesta durante siete días, y en el día octavo hubo una asamblea solemne, según lo ordenado.