NEHEMÍAS 4:6-14
NEHEMÍAS 4:6-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Continuamos con la reconstrucción y levantamos la muralla hasta media altura, pues el pueblo trabajó con entusiasmo. Pero, cuando Sambalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que avanzaba la reconstrucción de la muralla y de que ya estábamos cerrando las brechas, se enojaron muchísimo y acordaron atacar Jerusalén y provocar disturbios en ella. Oramos entonces a nuestro Dios y decidimos montar guardia día y noche para defendernos de ellos. Por su parte, la gente de Judá decía: «Los cargadores desfallecen, pues son muchos los escombros; ¡no vamos a poder reconstruir esta muralla!» Y nuestros enemigos maquinaban: «Les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda». Algunos de los judíos que vivían cerca de ellos venían constantemente y nos advertían: «Os van a atacar por todos lados». Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos. Después de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «¡No les tengáis miedo! Acordaos del Señor, que es grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos e hijas, y por vuestras esposas y vuestros hogares».
NEHEMÍAS 4:6-14 Reina Valera 2020 (RV2020)
Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Pero aconteció que oyeron Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod que los muros de Jerusalén eran reparados, pues ya las brechas comenzaban a ser cerradas, y se encolerizaron mucho. Conspiraron luego todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño. Entonces, oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos montamos guardia contra ellos de día y de noche. Y decía Judá: —Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado y el escombro es mucho; no podremos reconstruir el muro. Nuestros enemigos dijeron: —Que no sepan ni vean hasta que entremos en medio de ellos, los matemos y hagamos cesar la obra. Pero sucedió que cuando venían los judíos que vivían entre ellos, nos decían una y otra vez: —Van a caer sobre vosotros desde todos los lugares donde viven. Entonces, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos, por las partes bajas del lugar, detrás del muro y en los sitios abiertos. Después miré, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: —No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
NEHEMÍAS 4:6-14 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero los judíos que residían entre ellos no cesaban de advertirnos: —De todos los sitios caerán sobre vosotros. Así que coloqué al pueblo por familias con sus espadas, lanzas y arcos en las partes bajas por detrás de la muralla y en los lugares descubiertos. Inspeccioné el dispositivo, me puse en pie y dije a los nobles, a las autoridades y al resto del pueblo: —¡No temáis ante ellos! ¡Acordaos que el Señor es grande y poderoso! ¡Luchad por vuestros hermanos, hijos e hijas, por vuestras mujeres y vuestras casas! Constataron nuestros enemigos que estábamos apercibidos y que Dios había desbaratado sus planes; así que pudimos volver a las murallas, cada uno a su trabajo. Desde aquel día, la mitad de mis muchachos trabajaba en la obra y la otra mitad empuñaba lanzas, escudos, arcos y corazas, mientras los jefes todos de Judá los apoyaban incondicionalmente. Los que construían la muralla y los que portaban las cargas realizaban con una mano el trabajo y con la otra empuñaban un arma. Cada albañil tenía una espada ceñida a la cintura y así realizaba su labor. A mi lado estaba permanentemente alguien que tocara la corneta. Dije a los nobles, a las autoridades y al resto del pueblo: —La obra es extensa y estamos desperdigados a lo largo de la muralla, lejos los unos de los otros. Así que cuando oigáis el sonido de la corneta acudid allí para ayudarnos. Nuestro Dios luchará por nosotros.
NEHEMÍAS 4:6-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Continuamos, pues, reconstruyendo la muralla, que estaba ya levantada hasta la mitad. La gente trabajaba con entusiasmo. Pero cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los de Amón y los de Asdod supieron que la reparación de la muralla de Jerusalén seguía adelante y que se había comenzado a tapar las brechas, se enfurecieron, y todos juntos hicieron un plan para atacar Jerusalén y causar destrozos en ella. Entonces oramos a nuestro Dios, y pusimos guardia día y noche para defendernos de ellos. Y la gente de Judá decía: “La fuerza del cargador desmaya ante tal cantidad de escombros, y nosotros somos incapaces de reconstruir esta muralla.” Nuestros enemigos pensaban que no nos daríamos cuenta ni veríamos nada hasta que se metieran en medio de nosotros para matarnos y detener las obras. Pero cuando los judíos que vivían cerca de ellos vinieron a decirnos una y otra vez que aquella gente iba a atacarnos por todas partes, ordené que la gente se pusiera por familias detrás de la muralla, en las partes bajas y en las brechas, con espadas, lanzas y arcos. Y viendo que tenían miedo, me puse en pie y dije a los nobles, a los gobernantes y al resto del pueblo: “No les tengáis miedo. Recordad que el Señor es grande y terrible, y luchad por vuestros compatriotas, por vuestros hijos, hijas, mujeres y hogares.”