NEHEMÍAS 2:15-18
NEHEMÍAS 2:15-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Siendo todavía de noche subí a lo largo del arroyo, y después de haber inspeccionado la muralla, regresé entrando por la puerta del Valle. Los gobernantes no sabían a dónde había ido yo, ni lo que andaba haciendo. Tampoco había yo informado hasta entonces a los judíos, es decir, a los sacerdotes, nobles, gobernantes y demás personas que habían de participar en la obra. Así que les dije: –Vosotros sabéis bien que nos encontramos en una situación difícil, pues Jerusalén está en ruinas y sus puertas quemadas. Uníos a mí y reconstruyamos la muralla de Jerusalén, para que ya no seamos objeto de burla. Y cuando les conté la forma tan bondadosa en que Dios me había ayudado y las palabras que me había dicho el rey, ellos respondieron: –¡Comencemos la reconstrucción! Con muy buen espíritu se animaron unos a otros.
NEHEMÍAS 2:15-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así que, siendo aún de noche, subí por el arroyo mientras inspeccionaba la muralla. Finalmente regresé y entré por la puerta del Valle. Los gobernadores no supieron a dónde fui ni qué hice, porque hasta entonces no había dicho nada a ningún judío: ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los gobernadores ni a los que estaban trabajando en la obra. Por eso les dije: ―Vosotros sois testigos de nuestra desgracia. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, animaos! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén para que ya nadie se burle de nosotros! Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y les relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: ―¡Manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra.
NEHEMÍAS 2:15-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Así que, todavía de noche, subí por el torrente, examiné la muralla y volví a pasar por la Puerta del Valle, regresando a casa. No supieron las autoridades a dónde había ido ni qué había hecho, pues hasta aquel momento nada había comunicado a los judíos: ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a las autoridades, ni a los encargados de la obra. Solo entonces les dije: —Ya veis la ruinosa situación en la que estamos: Jerusalén desolada y sus puertas devoradas por el fuego. Venid y reconstruyamos la muralla de Jerusalén; dejaremos así de ser objeto de oprobio. Los puse al corriente de lo que me había dicho el rey y de cómo Dios me había protegido. Ellos, por su parte, animándose mutuamente para una tarea tan hermosa, respondieron: —¡Manos a la obra y comencemos la reconstrucción!
NEHEMÍAS 2:15-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Subí de noche por el torrente y observé el muro, di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y regresé. Los oficiales no sabían a dónde yo había ido ni qué había hecho. Todavía no lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra. Les dije, pues: —Vosotros veis la difícil situación en que estamos: Jerusalén está en ruinas y sus puertas consumidas por el fuego. Venid y reconstruyamos el muro de Jerusalén, para que ya no seamos objeto de deshonra. Entonces, les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena conmigo, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Ellos respondieron: —¡Levantémonos y edifiquemos! Así, esforzaron sus manos para bien.
NEHEMÍAS 2:15-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Así que, todavía de noche, subí por el torrente, examiné la muralla y volví a pasar por la Puerta del Valle, regresando a casa. No supieron las autoridades a dónde había ido ni qué había hecho, pues hasta aquel momento nada había comunicado a los judíos: ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a las autoridades, ni a los encargados de la obra. Solo entonces les dije: —Ya veis la ruinosa situación en la que estamos: Jerusalén desolada y sus puertas devoradas por el fuego. Venid y reconstruyamos la muralla de Jerusalén; dejaremos así de ser objeto de oprobio. Los puse al corriente de lo que me había dicho el rey y de cómo Dios me había protegido. Ellos, por su parte, animándose mutuamente para una tarea tan hermosa, respondieron: —¡Manos a la obra y comencemos la reconstrucción!
NEHEMÍAS 2:15-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Siendo todavía de noche subí a lo largo del arroyo, y después de haber inspeccionado la muralla, regresé entrando por la puerta del Valle. Los gobernantes no sabían a dónde había ido yo, ni lo que andaba haciendo. Tampoco había yo informado hasta entonces a los judíos, es decir, a los sacerdotes, nobles, gobernantes y demás personas que habían de participar en la obra. Así que les dije: –Vosotros sabéis bien que nos encontramos en una situación difícil, pues Jerusalén está en ruinas y sus puertas quemadas. Uníos a mí y reconstruyamos la muralla de Jerusalén, para que ya no seamos objeto de burla. Y cuando les conté la forma tan bondadosa en que Dios me había ayudado y las palabras que me había dicho el rey, ellos respondieron: –¡Comencemos la reconstrucción! Con muy buen espíritu se animaron unos a otros.
NEHEMÍAS 2:15-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así que, siendo aún de noche, subí por el arroyo mientras inspeccionaba la muralla. Finalmente regresé y entré por la puerta del Valle. Los gobernadores no supieron a dónde fui ni qué hice, porque hasta entonces no había dicho nada a ningún judío: ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los gobernadores ni a los que estaban trabajando en la obra. Por eso les dije: ―Vosotros sois testigos de nuestra desgracia. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, animaos! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén para que ya nadie se burle de nosotros! Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y les relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: ―¡Manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra.