NAHUM 1:3-7
NAHUM 1:3-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Señor es lento para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. El Señor marcha sobre la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. Amenaza al mar y lo seca, y agota todos los ríos; el Basán y el Carmelo languidecen, y la flor del Líbano se marchita. Ante él tiemblan los montes, y los collados se derriten. La tierra se conmueve en su presencia, el mundo y todos los que en él habitan. ¿Quién puede resistir su ira? ¿Quién quedará en pie ante el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego y ante él se quiebran las peñas. El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él confían.
NAHUM 1:3-7 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor es paciente, pero fuerte; a ningún culpable deja impune. En el huracán y la tempestad traza su sendero, las nubes son el polvo que levanta a su paso. Increpa al mar y lo seca, deja sin agua a los ríos; el Basán y el Carmelo languidecen, se marchitan las flores del Líbano. Tiemblan ante él los montes, las colinas se estremecen; la tierra en su presencia se conmueve, el mundo y cuantos en él habitan. ¿Quién podrá hacer frente a su cólera? ¿Quién podrá resistir el ardor de su ira? Su indignación se derrama como fuego, las rocas quedan desmenuzadas ante él. El Señor es bondadoso, refugio en día de angustia; acoge a quienes en él se refugian.
NAHUM 1:3-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor es paciente pero poderoso, y no dejará de castigar al culpable. El Señor camina sobre la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies. Amenaza al mar, y lo seca; hace que se sequen todos los ríos. Los campos de Basán y el monte Carmelo se marchitan, y se marchitan también las flores del Líbano. Ante él tiemblan las montañas; los cerros se derriten en su presencia. Toda la tierra se estremece al verlo; todo el mundo y los que en él habitan. ¿Quién podrá mantenerse en pie ante su ira? ¿Quién podrá resistir su enojo? Su furia se derrama como fuego y ante él se parten en dos las peñas. El Señor es bueno, es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían.
NAHUM 1:3-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR es lento para la ira, imponente en su fuerza. El SEÑOR no deja a nadie sin castigo. Camina en el huracán y en la tormenta; las nubes son el polvo de sus pies. Increpa al mar y lo seca; hace que todos los ríos se evaporen. Los montes Basán y Carmelo pierden su lozanía; el verdor del Líbano se marchita. Ante él tiemblan las montañas y se desmoronan las colinas. Ante él se agita la tierra, el mundo y cuanto en él habita. ¿Quién podrá enfrentarse a su indignación? ¿Quién resistirá el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas. Bueno es el SEÑOR; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían.