MARCOS 9:38-50
MARCOS 9:38-50 Reina Valera 2020 (RV2020)
Juan le respondió: —Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero se lo hemos prohibido porque no nos sigue. Pero Jesús dijo: —No se lo prohibáis, porque ninguno que haga milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí, pues el que no está contra nosotros, por nosotros está. Y os aseguro que cualquiera que os dé un vaso de agua en mi nombre, puesto que sois del Cristo, no perderá su recompensa. A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que se le atase una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. Si tu mano te es ocasión de caer, córtatela, porque te es mejor entrar en la vida manco que ir con dos manos a la gehena, al fuego inextinguible, donde el gusano de los que allí caen no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te es ocasión de caer, córtatelo, porque te es mejor entrar en la vida cojo que ser arrojado con los dos pies al infierno, al fuego inextinguible, donde el gusano de los que allí caen no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácatelo, porque mejor te es entrar con un ojo en el reino de Dios que ser arrojado con los dos a la gehena, donde el gusano de los que allí caen no muere y el fuego nunca se apaga. Porque todos serán salados con fuego y todo sacrificio será salado con sal. Buena es la sal, pero si la sal se hace insípida ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos y tened paz los unos con los otros.
MARCOS 9:38-50 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Juan le dijo: –Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; pero se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros. Jesús contestó: –No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. El que os dé aunque solo sea un vaso de agua por ser vosotros de Cristo, os aseguro que tendrá su recompensa. “Al que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtala; es mejor para ti entrar manco en la vida, que con las dos manos ir a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtalo; es mejor para ti entrar cojo en la vida, que con los dos pies ser arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácalo; es mejor para ti entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que con los dos ojos ser arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga. “Porque todos serán salados con fuego. La sal es buena, pero si deja de ser salada, ¿cómo volveréis a hacerla útil? Tened sal en vosotros y vivid en paz unos con otros.”
MARCOS 9:38-50 La Palabra (versión española) (BLP)
Juan le dijo: —Maestro, hemos visto a uno que estaba expulsando demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros. Jesús contestó: —No se lo prohibáis, porque nadie puede hacer milagros en mi nombre y al mismo tiempo hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías, os aseguro que no quedará sin recompensa. A quien sea causa de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello. Si tu mano va a ser causa de que caigas en pecado, córtatela. Porque más te vale entrar manco en la vida eterna que con tus dos manos ir a parar a la gehena, al fuego que nunca se apaga, [ donde el gusano que los roe no muere y el fuego no se extingue]. Y si tu pie va a ser causa de que caigas en pecado, córtatelo. Porque más te vale entrar cojo en la vida eterna que con tus dos pies ser arrojado a la gehena, [ donde el gusano que los roe no muere y el fuego no se extingue]. Y si tu ojo va a ser causa de que caigas en pecado, arrójalo lejos de ti. Porque más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que con tus dos ojos ser arrojado a la gehena, donde el gusano que los roe no muere y el fuego no se extingue. Todo ha de ser salado al fuego. La sal es buena, pero si se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? ¡Tened sal en vosotros mismos y vivid en paz unos con otros!