MARCOS 8:31-33
MARCOS 8:31-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego comenzó a enseñarles: ―El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Es necesario que lo maten y que a los tres días resucite. Habló de esto con toda claridad. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro. ―¡Aléjate de mí, Satanás! —le dijo—. Tú no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
MARCOS 8:31-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
Comenzó a enseñarles que al Hijo del Hombre le era necesario padecer mucho, ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y morir y resucitar después de tres días. Les decía estas cosas con toda claridad. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: —¡Apártate de mí, Satanás!, porque tú no piensas en las cosas de Dios, sino en cuestiones humanas.
MARCOS 8:31-33 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces Jesús empezó a explicarles que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho; que había de ser rechazado por los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría. Les hablaba con toda claridad. Pedro entonces, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a su vez a Pedro, diciéndole: —¡Apártate de mí, Satanás! ¡Tú no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente!
MARCOS 8:31-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Comenzó Jesús a enseñarles que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderle. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro diciéndole: –¡Apártate de mí, Satanás! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.