MARCOS 4:30-34
MARCOS 4:30-34 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jesús decía también: —¿Con qué compararemos el reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Es como el grano de mostaza. Cuando se siembra es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra, pero después crece más que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra. Con muchas parábolas como estas les comunicaba la palabra, conforme a lo que podían comprender. Sin parábolas no les hablaba, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
MARCOS 4:30-34 La Palabra (versión española) (BLP)
También dijo: —¿A qué compararemos el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo representaremos? Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra; pero una vez sembrado, crece más que todas las otras plantas y echa ramas tan grandes que a su sombra anidan los pájaros. Con estas y otras muchas parábolas les anunciaba Jesús el mensaje, en la medida en que podían comprenderlo. Y sin parábolas no les decía nada. Luego, a solas, se lo explicaba todo a sus discípulos.
MARCOS 4:30-34 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
También dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo; pero, una vez sembrada, crece y se hace mayor que cualquiera otra planta del huerto, y echa ramas tan grandes que hasta los pájaros pueden anidar a su sombra.” De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como estas y hasta donde podían comprender. No les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte.
MARCOS 4:30-34 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
También dijo: «¿Con qué vamos a comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola podemos usar para describirlo? Es como un grano de mostaza: cuando se siembra en la tierra, es la semilla más pequeña que hay, pero una vez sembrada crece hasta convertirse en la más grande de las hortalizas, y echa ramas tan grandes que las aves pueden anidar bajo su sombra». Y con muchas parábolas semejantes les enseñaba Jesús la palabra hasta donde podían entender. No les decía nada sin emplear parábolas. Pero, cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo.