MARCOS 3:7-12
MARCOS 3:7-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jesús se retiró al mar con sus discípulos y le siguió gran multitud procedente de Galilea. También, al haber oído cuán grandes cosas hacía, vinieron a él enormes multitudes de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los alrededores de Tiro y de Sidón. Entonces dijo a sus discípulos que le tuvieran siempre lista la barca, para evitar que la multitud le oprimiera, puesto que, como había sanado a muchos, todos los que tenían dolencias se echaban sobre él para tocarle. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él y gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios! Mas él los reprendía enérgicamente para que no le descubriesen.
MARCOS 3:7-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Jesús se fue con sus discípulos a la orilla del lago y lo siguió una gran multitud de personas procedentes de Galilea; y también de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la orilla oriental del Jordán y de la región de Tiro y Sidón acudió a Jesús mucha gente que había oído hablar de todo lo que hacía. Jesús mandó a sus discípulos que le preparasen una barca para que la multitud no lo aplastara. Había curado a tantos, que todos los que tenían alguna enfermedad se echaban ahora sobre él para tocarlo. Y hasta los espíritus impuros, al verlo, se arrojaban a sus pies, gritando: —¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero Jesús les ordenaba severamente que no lo descubrieran.
MARCOS 3:7-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Jesús, seguido por mucha gente de Galilea, se fue con sus discípulos a la orilla del lago. Al oir hablar de las grandes cosas que hacía, acudieron también a verle muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del lado oriental del Jordán y de la región de Tiro y Sidón. Por eso, Jesús encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca, para evitar que la multitud le apretujara. Porque había sanado a tantos, que todos los enfermos se echaban sobre él para tocarle. Y cuando los espíritus impuros le veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban: –¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero Jesús les ordenaba con severidad que no hablaran de él públicamente.
MARCOS 3:7-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Jesús se retiró al lago con sus discípulos, y mucha gente de Galilea lo siguió. Cuando se enteraron de todo lo que hacía, acudieron también a él muchos de Judea y Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las regiones de Tiro y Sidón. Entonces, para evitar que la gente lo estrujara, encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una pequeña barca; pues, como había sanado a muchos, todos los que sufrían dolencias se abalanzaban sobre él para tocarlo. Además, los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante él, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él.