MARCOS 10:32-40
MARCOS 10:32-40 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados, y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder. «Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero a los tres días resucitará». Se le acercaron Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo. ―Maestro —le dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir. ―¿Qué queréis que haga por vosotros? ―Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda. ―No sabéis lo que estáis pidiendo —les replicó Jesús—. ¿Podéis acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo, o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado? ―Sí, podemos. ―Beberéis de la copa que yo bebo —les respondió Jesús— y pasaréis por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí concederlo. Eso ya está decidido.
MARCOS 10:32-40 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jesús y sus discípulos subían por el camino hacia Jerusalén. Jesús iba delante de los doce, que estaban asombrados. Los demás que les seguían iban con miedo. Entonces volvió a tomar aparte a los doce y comenzó a decirles las cosas que le habían de acontecer: —Mirad, ahora subimos a Jerusalén. Allí el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, le escarnecerán, le azotarán, le escupirán y le matarán; mas al tercer día resucitará. Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron y le dijeron: —Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte. Él les preguntó: —¿Qué queréis que haga por vosotros? Ellos dijeron: —Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús les respondió: —No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el vaso que yo bebo o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Ellos respondieron: —Podemos. Jesús les dijo: —El vaso que yo bebo beberéis y con el bautismo con que yo soy bautizado seréis bautizados, mas el sentaros a mi derecha y a mi izquierda no me corresponde dároslo, sino a aquellos para quienes está preparado.
MARCOS 10:32-40 La Palabra (versión española) (BLP)
En el camino que sube hacia Jerusalén, Jesús iba delante de sus discípulos, que estaban admirados; por su parte, quienes iban detrás estaban asustados. Jesús entonces, llamando de nuevo a los Doce, se puso a hablarles de lo que estaba a punto de sucederle. Les dijo: —Ya veis que estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley que lo condenarán a muerte y lo pondrán en manos de extranjeros que se burlarán de él, lo escupirán, lo golpearán y lo matarán. Pero después de tres días resucitará. Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: —Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte. Jesús les preguntó: —¿Qué queréis que haga por vosotros? Le dijeron: —Concédenos que nos sentemos junto a ti en tu gloria: el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Jesús les respondió: —No sabéis lo que estáis pidiendo. ¿Podéis vosotros beber la misma copa de amargura que yo estoy bebiendo, o ser bautizados con el mismo bautismo con que yo estoy siendo bautizado? Ellos le contestaron: —¡Sí, podemos hacerlo! Jesús les dijo: —Pues bien, beberéis de la copa de amargura que yo estoy bebiendo y seréis bautizados con mi propio bautismo; pero que os sentéis el uno a mi derecha y el otro a mi izquierda, no es cosa mía concederlo; es para quienes ha sido reservado.
MARCOS 10:32-40 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Se dirigían a Jerusalén y Jesús caminaba delante de los discípulos. Ellos estaban asombrados, y los que iban detrás tenían miedo. Jesús, llamando de nuevo aparte a los doce discípulos, comenzó a hablarles de lo que había de sucederle: –Como veis, ahora vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros. Se burlarán de él, le escupirán, le golpearán y lo matarán; pero tres días después resucitará. Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: –Maestro, queremos que nos hagas el favor que vamos a pedirte. Él les preguntó: –¿Qué queréis que haga por vosotros? Le dijeron: –Concédenos que en tu reino glorioso nos sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Jesús les contestó: –No sabéis lo que pedís. ¿Acaso podéis beber esa copa amarga que voy a beber yo, y recibir el bautismo que yo voy a recibir? Ellos contestaron: –Podemos. Jesús les dijo: –Vosotros beberéis esa copa amarga y recibiréis el bautismo que yo voy a recibir, pero el que os sentéis a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo. Les será dado a aquellos para quienes está preparado.
MARCOS 10:32-40 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados, y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder. «Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero a los tres días resucitará». Se le acercaron Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo. ―Maestro —le dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir. ―¿Qué queréis que haga por vosotros? ―Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda. ―No sabéis lo que estáis pidiendo —les replicó Jesús—. ¿Podéis acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo, o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado? ―Sí, podemos. ―Beberéis de la copa que yo bebo —les respondió Jesús— y pasaréis por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí concederlo. Eso ya está decidido.