MIQUEAS 3:5-8
MIQUEAS 3:5-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así ha dicho el Señor acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: «¡Paz!», cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer le declaran la guerra: Por eso, la profecía se os convertirá en noche, y oscuridad el adivinar. Sobre los profetas se pondrá el sol, el día se oscurecerá sobre ellos. Serán avergonzados los profetas y se confundirán los adivinos. Todos ellos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Mas yo estoy lleno del poder del espíritu del Señor, de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión y a Israel su pecado.
MIQUEAS 3:5-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Así dice el Señor contra los profetas que extravían a mi pueblo: Mientras tienen algo que comer, proclaman: «Todo es paz», pero declaran una guerra santa a quien se niega a llenarles la boca. Por eso se abatirá sobre vosotros una noche sin visiones, una oscuridad sin predicciones; se ocultará el sol para esos profetas, el día se les convertirá en tinieblas. Avergonzados y ruborizados, videntes y adivinos taparán su rostro al no tener respuesta de Dios. Pero yo estoy lleno de valor, de espíritu divino, justicia y fortaleza, para reprochar a Jacob sus crímenes y sus pecados a Israel.
MIQUEAS 3:5-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Mi pueblo sigue caminos equivocados por culpa de los profetas que lo engañan, que anuncian paz a quienes les dan de comer pero declaran la guerra a quienes no les llenan la boca. El Señor dice a esos profetas: “No volveréis a tener visiones proféticas en la noche ni a predecir el futuro en la oscuridad.” El sol se pondrá para esos profetas y el día se les oscurecerá. Esos videntes y adivinos harán el mayor de los ridículos. Todos ellos se taparán la barba al no recibir respuesta de Dios. En cambio, a mí, el espíritu del Señor me llena de fuerza, justicia y valor para echar en cara a Israel su rebeldía y su pecado.
MIQUEAS 3:5-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Esto es lo que dice el SEÑOR contra vosotros, profetas que descarriáis a mi pueblo: «Con el estómago lleno, invitan a la paz; con el vientre vacío, declaran la guerra. Por tanto, tendréis noches sin visiones, oscuridad sin presagios». El sol se ocultará de estos profetas; ¡el día se les volverá tinieblas! Los videntes quedarán en vergüenza; los adivinos serán humillados. Dios les tapará la boca, pues no les dará respuesta. Yo, en cambio, estoy lleno de poder, lleno del Espíritu del SEÑOR, y lleno de justicia y de fuerza, para echarle en cara a Jacob su delito; para reprocharle a Israel su pecado.