MATEO 5:21-42
MATEO 5:21-42 Reina Valera 2020 (RV2020)
Habéis oído que fue dicho a los antiguos: No matarás , y cualquiera que mate será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga «Necio» a su hermano, será culpable ante el Concilio; y cualquiera que le diga «Fatuo», quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí mismo, delante del altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y después vuelve al altar y, entonces sí, presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, en tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo. Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio . Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y deshazte de él, pues mejor te es perder uno de tus miembros que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y deshazte de ella, pues mejor te es perder uno de tus miembros que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio . Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, la pone en peligro de cometer adulterio; y el que se casa con la repudiada comete adulterio. Además habéis oído que se dijo a los antepasados: No jurarás en falso, sino que cumplirás lo que juraste al Señor. Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no», porque lo que es más de esto, de mal procede. Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente . Pero yo os digo: No respondáis violentamente contra el que os haga daño; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo niegues.
MATEO 5:21-42 La Palabra (versión española) (BLP)
Ya sabéis que se dijo a los antepasados: No mates; el que mate, será llevado a juicio. Pero yo os digo: El que se enemiste con su hermano, será llevado a juicio; el que lo insulte será llevado ante el Consejo Supremo, y el que lo injurie gravemente se hará merecedor del fuego de la gehena. Por tanto, si en el momento de ir a presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene algo en contra de ti, deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano. Luego regresa y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo con tu adversario sin demora mientras estás a tiempo de hacerlo, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez a los guardias, y vayas a dar con tus huesos en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo de tu deuda. Sabéis que se dijo: No cometas adulterio. Pero yo os digo: El que mira con malos deseos a la mujer de otro, ya está adulterando con ella en el fondo de su corazón. Así que, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo lejos de ti. Más te vale perder una parte del cuerpo que ser arrojado entero a la gehena. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti. Más te vale perder una parte del cuerpo que ser arrojado entero a la gehena. También se dijo: El que se separe de su mujer, debe darle un acta de divorcio. Pero yo os digo que todo aquel que se separa de su mujer, salvo en caso de inmoralidad sexual, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una mujer separada también comete adulterio. Igualmente sabéis que se dijo a nuestros antepasados: No jures en falso, sino cumple lo que prometiste al Señor con juramento. Pero yo os digo: No jures en manera alguna. No jures por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni siquiera jures por tu propia cabeza, porque no está en tu mano hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos. Decid simplemente: «sí» o «no»; todo lo que se diga de más, procede del maligno. Sabéis que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: No recurráis a la violencia contra el que os haga daño. Al contrario, si alguno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Y al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica, cédele el manto. Y si alguno te fuerza a llevar una carga a lo largo de una milla, llévasela por dos. A quien te pida algo, dáselo; y a quien te ruegue que le hagas un préstamo, no le vuelvas la espalda.
MATEO 5:21-42 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Habéis oído que a vuestros antepasados se les dijo: ‘No mates, pues el que mata será condenado.’ Pero yo os digo que todo el que se enoje con su hermano será condenado; el que insulte a su hermano será juzgado por la Junta Suprema, y el que injurie gravemente a su hermano se hará merecedor del fuego del infierno. “Así que, si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda. “Si alguien quiere llevarte a juicio, procura ponerte de acuerdo con él mientras aún estés a tiempo, para que no te entregue al juez; porque si no, el juez te entregará a los guardias y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo. “Habéis oído que antes se dijo: ‘No cometas adulterio.’ Pero yo os digo que cualquiera que mira con codicia a una mujer ya cometió adulterio con ella en su corazón. “Por tanto, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácalo y échalo lejos de ti; mejor es que pierdas una sola parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtala y échala lejos de ti; mejor es que pierdas una sola parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. “También se dijo: ‘Cualquiera que se separe de su esposa deberá darle un certificado de separación.’ Pero yo os digo que todo aquel que se separa de su esposa, a no ser en caso de inmoralidad sexual, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una mujer separada también comete adulterio. “También habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No dejes de cumplir lo que hayas ofrecido bajo juramento al Señor.’ Pero yo os digo que no juréis por nada ni por nadie. No juréis por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni siquiera juréis por vuestra propia cabeza, porque no podéis hacer que os salga blanco o negro ni un solo cabello. Si decís ‘Sí’, que sea sí; y si decís ‘No’, que sea no. Lo que se aparta de esto, es malo. “Habéis oído que antes se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo os digo: No resistáis a quien os haga algún daño. Al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te demanda y te quiere quitar la túnica, déjale también la capa. Y si alguien te obliga a llevar carga una milla, ve con él dos. Al que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda a quien te pida prestado.
MATEO 5:21-42 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal”. Pero yo os digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Y cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al fuego del infierno. »Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda. »Si tu adversario te va a denunciar, llega a un acuerdo con él lo más pronto posible. Hazlo mientras estéis de camino al juzgado, no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te echen en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo. »Habéis oído que se dijo: “No cometas adulterio”. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecan, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y, si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno. »Se ha dicho: “El que repudia a su esposa debe darle un certificado de divorcio”. Pero yo os digo que, excepto en caso de infidelidad conyugal, todo el que se divorcia de su esposa la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la divorciada comete adulterio también. »También habéis oído que se dijo a los antepasados: “No faltes a tu juramento, sino cumple con tus promesas al Señor”. Pero yo os digo: No juréis de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Cuando digáis “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digáis “no”, que sea no. Cualquier cosa de más proviene del maligno. »Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo os digo: No resistáis al que os haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la camisa, déjale también la capa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.