MATEO 17:4-7
MATEO 17:4-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces Pedro dijo a Jesús: —Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí. Si quieres, haremos aquí tres cabañas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube que decía: —Este es mi Hijo amado, en quien me complazco. Escuchadle a él. Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros y sintieron gran temor. Entonces Jesús se acercó y los tocó diciendo: —Levantaos y no temáis.
MATEO 17:4-7 La Palabra (versión española) (BLP)
Pedro dijo a Jesús: —¡Señor, qué bien estamos aquí! Si quieres, haré aquí tres cabañas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Aún estaba hablando Pedro, cuando quedaron envueltos en una nube luminosa de donde procedía una voz que decía: —Este es mi Hijo amado, en quien me complazco. Escuchadlo. Al oír esto, los discípulos se postraron rostro en tierra, sobrecogidos de miedo. Pero Jesús, acercándose a ellos, los tocó y les dijo: —Levantaos, no tengáis miedo.
MATEO 17:4-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pedro dijo a Jesús: –Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mientras Pedro hablaba los envolvió una nube luminosa. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido. Escuchadle.” Al oir esto, los discípulos se inclinaron hasta el suelo llenos de miedo. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: –Levantaos, no tengáis miedo.
MATEO 17:4-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pedro dijo a Jesús: ―Señor, ¡qué bueno sería que nos quedáramos aquí! Si quieres, levantaré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escuchadle!» Al oír esto, los discípulos se postraron sobre su rostro, aterrorizados. Pero Jesús se acercó a ellos y los tocó. ―Levantaos —les dijo—. No tengáis miedo.