MATEO 16:24-28
MATEO 16:24-28 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame, porque todo el que quiera salvar su vida la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí la hallará. ¿De qué le servirá a uno ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Os aseguro que algunos de los que están aquí no morirán sin antes haber visto al Hijo del Hombre venir en su Reino.
MATEO 16:24-28 La Palabra (versión española) (BLP)
Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió: —Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por causa de mí, ese la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su propia vida? ¿O qué podrá dar el ser humano a cambio de su vida? El Hijo del hombre ya está a punto de venir revestido de la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles. Cuando llegue, recompensará a cada uno conforme a sus hechos. Os aseguro que algunos de los que están aquí no morirán sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar como Rey.
MATEO 16:24-28 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Luego Jesús dijo a sus discípulos: –El que quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por causa mía, la recobrará. ¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? El Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a sus hechos. Os aseguro que algunos de los que están aquí no morirán sin haber visto al Hijo del hombre venir como rey.
MATEO 16:24-28 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida? Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino.