LUCAS 4:33-36
LUCAS 4:33-36 La Palabra (versión española) (BLP)
Estaba allí, en la sinagoga, un hombre poseído por un demonio impuro que gritaba a grandes voces: —¡Jesús de Nazaret, déjanos en paz! ¿Has venido a destruirnos? ¡Te conozco bien: tú eres el Santo de Dios! Jesús lo increpó, diciéndole: —¡Cállate y sal de él! Y el demonio, tirándolo al suelo delante de todos, salió de él sin hacerle ningún daño. Todos quedaron asombrados y se decían unos a otros: —¡Qué poderosa es la palabra de este hombre! ¡Con qué autoridad da órdenes a los espíritus impuros y estos salen!
LUCAS 4:33-36 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Había en la sinagoga un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno, quien gritó con todas sus fuerzas: ―¡Ah! ¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios! ―¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre! Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la gente y salió de él sin hacerle ningún daño. Todos se asustaron y se decían unos a otros: «¿Qué clase de palabra es esta? ¡Con autoridad y poder da órdenes a los espíritus malignos, y salen!»
LUCAS 4:33-36 Reina Valera 2020 (RV2020)
Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo que exclamó a gran voz: —¡Déjanos en paz, Jesús nazareno! ¿Has venido para destruirnos? ¡Te conozco bien: tú eres el Santo de Dios! Jesús le reprendió diciendo: —¡Cállate y sal de él! Entonces el demonio derribó al endemoniado y salió de él sin hacerle daño alguno. Todos estaban perplejos y comentaban: —¡Qué poderosa es la palabra de este hombre! ¡Con qué autoridad da órdenes a los espíritus inmundos y estos salen!
LUCAS 4:33-36 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En la sinagoga había un hombre que tenía un demonio o espíritu impuro que gritaba con fuerza: –¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco: ¡Sé que eres el Santo de Dios! Jesús reprendió a aquel demonio diciéndole: –¡Cállate y deja a ese hombre! Entonces el demonio arrojó al hombre al suelo delante de todos y salió de él sin hacerle ningún daño. Todos se asustaron y se decían unos a otros: –¿Qué palabras son esas? ¡Este hombre da órdenes con plena autoridad y poder a los espíritus impuros y los hace salir!