LUCAS 3:7-9
LUCAS 3:7-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Decía, pues, Juan a la mucha gente que venía para que la bautizara: —¡Hijos de víboras! ¿Quién os ha avisado para que huyáis del inminente castigo? Demostrad con hechos vuestra conversión y no andéis pensando que sois descendientes de Abrahán. Porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán. Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
LUCAS 3:7-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y decía Juan a la gente que acudía a él para recibir el bautismo: “¡Raza de víboras!, ¿quién os ha dicho que vais a libraros del terrible castigo que se acerca? Demostrad con vuestros actos que os habéis convertido a Dios y no os digáis a vosotros mismos: ‘Nosotros somos descendientes de Abraham’, porque os aseguro que incluso de estas piedras puede Dios sacar descendientes a Abraham. Además, el hacha ya está lista para cortar de raíz los árboles. Todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.”
LUCAS 3:7-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y decía a las multitudes que salían para que las bautizase: —¡Generación de víboras!, ¿quién os ha advertido para que huyáis de la ira venidera? Obrad de manera que vuestros actos sean resultado del arrepentimiento. No andéis, pues, diciendo dentro de vosotros mismos: «Tenemos a Abrahán por padre», porque os digo que Dios puede sacar hijos de Abrahán aun de estas piedras. El hacha ya está dispuesta para cortar de raíz los árboles y, por tanto, el árbol que no dé buen fruto será talado y echado al fuego.
LUCAS 3:7-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Muchos acudían a Juan para que los bautizara. ―¡Camada de víboras! —les advirtió—. ¿Quién os dijo que podríais escapar del castigo que se acerca? Producid frutos que demuestren arrepentimiento. Y no os pongáis a pensar: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque os digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham. Es más, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.