LUCAS 21:1-19
LUCAS 21:1-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jesús levantó los ojos y vio a los ricos que depositaban sus donaciones en el arca de las ofrendas. Vio a una viuda muy pobre que también echaba dos monedas de escaso valor. Entonces dijo: —Os aseguro que esta viuda pobre ha ofrendado más que todos los demás, pues todos aquellos ofrendaron de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía. Estaban algunos hablando de las hermosas piedras que adornan el templo y de las ofrendas votivas, y dijo Jesús: —Llegará un día en que lo que veis será destruido. No quedará piedra sobre piedra. Todas serán derruidas. Entonces le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo sucederá esto? ¿Qué señal nos anunciará que estas cosas están a punto de ocurrir? Él respondió: —Cuidado, no os dejéis engañar. Vendrán muchos en mi nombre y dirán: «Yo soy el Cristo y el momento ha llegado». Pero no les hagáis caso. Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os asustéis, porque es necesario que primero acontezcan estas cosas, pero todavía no será inminente el fin. Dijo además: —Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Se producirán grandes terremotos, habrá hambres y epidemias en diferentes lugares; sucederán cosas espantosas y grandes señales del cielo. Pero antes de que todas estas cosas sucedan os echarán mano, os perseguirán, os entregarán a las sinagogas, os encerrarán en las cárceles y os llevarán ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Esto os brindará la ocasión de dar testimonio. En tal situación, convenceros íntimamente de que no tenéis que pensar antes cómo habréis de responder en vuestra defensa, porque yo os daré la palabra y la sabiduría que no podrán resistir ni contradecir ninguno de vuestros enemigos. Incluso seréis traicionados por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos. Y a algunos de vosotros os matarán. Todos os aborrecerán por causa de mi nombre, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
LUCAS 21:1-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Veía también Jesús cómo los ricos echaban dinero en el arca de las ofrendas. Vio a una viuda pobre, que echó dos monedas de muy poco valor y dijo: —Os aseguro que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Porque todos los otros echaron como ofrenda de lo que les sobraba, mientras que ella, dentro de su necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir. Algunos estaban hablando del Templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas votivas que lo adornaban. Entonces Jesús dijo: —Llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra de todo eso que estáis viendo. ¡Todo será destruido! Los discípulos le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo sucederá todo esto? ¿Cómo sabremos que esas cosas están a punto de ocurrir? Jesús contestó: —Tened cuidado, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: «Yo soy» o «El momento ha llegado». No les hagáis caso. Cuando oigáis noticias de guerras y revoluciones, no os asustéis. Aunque todo eso ha de suceder primero, todavía no es inminente el fin. Les dijo también: —Se levantarán unas naciones contra otras, y unos reinos contra otros; por todas partes habrá grandes terremotos, hambres y epidemias, y en el cielo se verán señales formidables. Pero antes que todo eso suceda, os echarán mano, os perseguirán, os entregarán a las sinagogas y os meterán en la cárcel. Por causa de mí os conducirán ante reyes y gobernadores; tendréis así oportunidad de dar testimonio. En tal situación haceos el propósito de no preocuparos por vuestra defensa, porque yo os daré entonces palabras y sabiduría tales, que ninguno de vuestros enemigos podrá resistiros ni contradeciros. Hasta vuestros propios padres, hermanos, parientes y amigos os traicionarán; y a bastantes de vosotros les darán muerte. Todos os odiarán por causa de mí; pero ni un solo cabello vuestro se perderá. Manteneos firmes y alcanzaréis la vida.
LUCAS 21:1-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Jesús estaba viendo cómo los ricos echaban dinero en las arcas de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de cobre. Entonces dijo: –Verdaderamente os digo que esta viuda pobre ha dado más que nadie, pues todos dan sus ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para su sustento. Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas que lo adornaban. Jesús dijo: –Vienen días en que de todo esto que estáis viendo no quedará piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido! Preguntaron a Jesús: –Maestro, ¿cuándo ocurrirán esas cosas? ¿Cuál será la señal de que ya están a punto de suceder? Jesús contestó: “Tened cuidado y no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘Ahora es el momento’, pero no los sigáis. Y cuando oigáis alarmas de guerras y revoluciones no os asustéis, pues aunque todo eso tiene que ocurrir primero, aún no habrá llegado el fin.” Siguió diciéndoles: “Una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro; en diferentes lugares habrá grandes terremotos, hambres y enfermedades, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales. “Pero antes de eso os echarán mano y os perseguirán: os llevarán a juicio en las sinagogas, os meterán en la cárcel y os conducirán ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendréis oportunidad de dar testimonio de mí. Haceos el propósito de no preparar de antemano vuestra defensa, porque yo os daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de vuestros enemigos podrá resistiros ni contradeciros en nada. Pero seréis traicionados incluso por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de vosotros y todo el mundo os odiará por causa mía, pero no se perderá ni un solo cabello de vuestra cabeza. ¡Permaneced firmes y salvaréis vuestra vida!
LUCAS 21:1-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Jesús se detuvo a observar y vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del templo. También vio a una viuda pobre que echaba dos moneditas de poco valor. ―Os aseguro —dijo— que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Todos ellos dieron sus ofrendas de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para su sustento. Algunos de sus discípulos comentaban acerca del templo, de cómo estaba adornado con hermosas piedras y con ofrendas dedicadas a Dios. Pero Jesús dijo: ―En cuanto a todo esto que veis, llegará el día en que no quedará piedra sobre piedra; todo será derribado. ―Maestro —le preguntaron—, ¿cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de que está a punto de suceder? ―Tened cuidado; no os dejéis engañar —les advirtió Jesús—. Vendrán muchos que usando mi nombre dirán: “Yo soy”, y: “El tiempo está cerca”. No los sigáis. Cuando oigáis de guerras y de revoluciones, no os asustéis. Es necesario que eso suceda primero, pero el fin no vendrá en seguida. »Se levantará nación contra nación y reino contra reino —continuó—. Habrá grandes terremotos, hambre y epidemias por todas partes, cosas espantosas y grandes señales del cielo. »Pero antes de todo esto os echarán mano y os perseguirán. Os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y por causa de mi nombre os llevarán ante reyes y gobernadores. De esta manera tendréis oportunidad de dar testimonio ante ellos. Pero tened en cuenta que no hay por qué preparar una defensa de antemano, pues yo mismo os daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistiros ni contradeciros. Seréis traicionados aun por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos, y a algunos de vosotros se le dará muerte. Todo el mundo os odiará por causa de mi nombre. Pero no se perderá ni un solo cabello de vuestra cabeza. Si os mantenéis firmes, os salvaréis.