LUCAS 2:36-38
LUCAS 2:36-38 La Palabra (versión española) (BLP)
Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana que en su juventud había estado casada siete años, y permaneció luego viuda hasta los ochenta y cuatro años de edad. Ahora no se apartaba del Templo, sirviendo al Señor día y noche con ayunos y oraciones. Se presentó, pues, Ana en aquel mismo momento alabando a Dios y hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
LUCAS 2:36-38 Reina Valera 2020 (RV2020)
Había también allí una profetisa llamada Ana, ya muy anciana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Había vivido con su marido siete años desde su virginidad, permaneciendo luego viuda hasta los ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo, prestando servicio de noche y de día con ayunos y oraciones. En ese mismo instante Ana se presentó en el templo, y dio gracias a Dios y habló del niño a todos los que esperaban la salvación de Jerusalén.
LUCAS 2:36-38 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana. Se había casado siendo muy joven y vivió con su marido siete años; pero hacía ya ochenta y cuatro que había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
LUCAS 2:36-38 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Había también una profetisa, Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana; casada de joven, había vivido con su esposo siete años, y luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro. Nunca salía del templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones. Llegando en ese mismo momento, Ana dio gracias a Dios y comenzó a hablar del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.