LUCAS 1:5-10
LUCAS 1:5-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Durante el reinado de Herodes en Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, que pertenecía al grupo sacerdotal de Abías. La esposa de Zacarías, llamada Elisabet, pertenecía también a la descendencia de Aarón. Ambos esposos eran rectos delante de Dios, intachables en el cumplimiento de todos los mandatos y disposiciones del Señor. Eran los dos de edad muy avanzada y no tenían hijos, porque Elisabet era estéril. Estando un día Zacarías ejerciendo el servicio sagrado conforme al orden establecido, le tocó en suerte, según costumbre sacerdotal, entrar en el Templo a ofrecer el incienso. Mientras lo hacía, una gran multitud de fieles permanecía fuera en oración.
LUCAS 1:5-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
En los días de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente a la clase sacerdotal de Abías. Su mujer se llamaba Elisabet y descendía de las hijas de Aarón. Ambos eran íntegros delante de Dios e intachables en el cumplimiento de todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. No tenían hijos, porque ambos eran de edad avanzada y Elisabet era estéril. Sucedió un día que estando Zacarías oficiando como sacerdote delante de Dios, conforme al orden establecido, le tocó en suerte, según costumbre sacerdotal, entrar en el templo a ofrecer el incienso. Mientras lo ofrecía, una multitud del pueblo estaba fuera orando.
LUCAS 1:5-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En el tiempo en que Herodes era rey de Judea, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al grupo de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón. Ambos eran justos delante de Dios y cumplían los mandatos y leyes del Señor, de tal manera que nadie los podía tachar de nada. Pero no tenían hijos, porque Isabel no había podido tenerlos. Ahora eran ya los dos muy ancianos. Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le correspondía el turno de oficiar delante de Dios, según era costumbre entre los sacerdotes, le tocó en suerte a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. Y mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando fuera.
LUCAS 1:5-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril; y los dos eran de edad avanzada. Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el santuario del Señor para quemar incienso. Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida afuera estaba orando.