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LEVÍTICO 7:11-34

LEVÍTICO 7:11-34 Reina Valera 2020 (RV2020)

Esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecerá al Señor: Si se ofrece en acción de gracias, se presentarán, además del sacrificio de acción de gracias, tortas sin levadura amasadas con aceite, hojaldres sin levadura untados con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. Con tortas de pan leudado presentará su ofrenda en el sacrificio de acción de gracias y de paz. De toda la ofrenda se tomará una parte reservada al Señor, la cual será del sacerdote que haya rociado la sangre de los sacrificios de paz. La carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá el mismo día en que sea ofrecida; no dejarán de ella nada para el día siguiente. Pero si el sacrificio es debido a un voto o es una ofrenda voluntaria, será comido el mismo día en que se ofrezca, y lo que de él quede lo comerán al día siguiente. Pero lo que quede de la carne del sacrificio será quemado el tercer día en el fuego. Si se come de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofrezca no será aceptado ni su ofrenda se tendrá en cuenta: abominación será, y la persona que de él coma cargará con su pecado. La carne que toque alguna cosa inmunda no se comerá; será quemada al fuego. Toda persona limpia ritualmente podrá comer la carne. La persona en estado de impureza que coma la carne del sacrificio de paz, el cual es del Señor, será eliminada de su pueblo. Además, quien toque alguna cosa impura, ya sea inmundicia humana, o animal no apto para el consumo o cualquier abominación, y coma la carne del sacrificio de paz, el cual es del Señor, esa persona será eliminada de su pueblo. El Señor habló a Moisés: —Di a los hijos de Israel: Ninguna grasa de buey ni de cordero ni de cabra comeréis. La grasa de un animal muerto, y la grasa del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, pero no la comeréis. Cualquiera que coma grasa de animal del que se ofrece al Señor ofrenda quemada, será eliminado de su pueblo. Además, no comeréis nada de sangre en ningún lugar donde habitéis, ni de aves ni de bestias. La persona que coma cualquier clase de sangre, será eliminada de su pueblo. Habló más el Señor a Moisés: —Di a los hijos de Israel: El que ofrezca un sacrificio de paz al Señor, llevará la ofrenda correspondiente ante el Señor. Con sus manos presentará las ofrendas que se han de quemar ante el Señor; ofrecerá la grasa con el pecho, y este será mecido delante del Señor. El sacerdote hará arder la grasa sobre el altar, pero el pecho será para Aarón y sus hijos. Al sacerdote daréis, como ofrenda reservada, la pierna derecha de vuestros sacrificios de paz. Aquel de los hijos de Aarón que ofrezca la sangre de los sacrificios de paz, y la grasa, recibirá la pierna derecha como su porción. Yo he tomado de los sacrificios de paz de los hijos de Israel el pecho que se mece y la pierna reservada como ofrenda, y se los he dado a Aarón, el sacerdote, y a sus hijos. Este es un estatuto perpetuo para los hijos de Israel.

LEVÍTICO 7:11-34 La Palabra (versión española) (BLP)

Este es el ritual para el sacrificio de comunión ofrecido al Señor: Si se presenta en acción de gracias, se ofrecerá acompañado de tortas sin levadura amasadas con aceite, de hojaldres sin levadura untados con aceite, y de flor de harina preparada en forma de tortas amasadas con aceite. Con el sacrificio de comunión ofrecido en acción de gracias, presentará una ofrenda con tortas de pan fermentado. Y de todas estas ofrendas se reservará una porción como tributo al Señor, porción que será para el sacerdote que rocíe la sangre de los sacrificios de comunión. La carne de este sacrificio de comunión en acción de gracias se comerá el mismo día en que se ofrece, sin dejar nada para otro día. Si es un sacrificio voluntario o en cumplimiento de un voto, la carne de la víctima será comida el mismo día en que se ofrece; lo que sobre podrá comerse al día siguiente; pero si quedase algo para el tercer día, será quemado. Si se come algo de la carne del sacrificio de comunión en el tercer día, el sacrificio no será aceptado, no se le tendrá en cuenta al que lo ofreció; será considerado como algo detestable, y la persona que lo haya comido sufrirá las consecuencias de su pecado. No se podrá comer la carne que haya estado en contacto con cualquier cosa impura; será consumida por el fuego. Toda persona en estado de pureza ritual podrá comer la carne; pero la persona que en estado de impureza ritual coma la carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo. La persona que toque algo impuro, sea impureza humana, animal impuro o cualquier otra cosa impura, y luego coma carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo. Dijo el Señor a Moisés: —Di a los israelitas: no comeréis grasa de buey ni de cordero ni de cabra. La grasa de un animal muerto o despedazado por las fieras se usará para cualquier otra cosa, pero no la comeréis. Porque la persona que coma la grasa de un animal ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo. No comeréis la sangre de aves o bestias en ningún lugar en donde habitéis. La persona que se alimente de cualquier clase de sangre, será extirpada de su pueblo. Dijo el Señor a Moisés: —Di a los israelitas: El que ofrezca un sacrificio de comunión al Señor, traerá ante el Señor la víctima de dicho sacrificio de comunión; con sus propias manos traerá lo que ha de ofrecerse al Señor: traerá la grasa con el pecho para hacer el rito de la elevación en presencia del Señor; la grasa será quemada por el sacerdote en el altar, y el pecho será para Aarón y sus descendientes. Daréis también al sacerdote, como tributo, el muslo derecho de vuestros sacrificios de comunión, pues al descendiente de Aarón que ofrezca la sangre y la grasa de los sacrificios de comunión, le pertenece el muslo derecho como su ración. Reservo, pues, el pecho sometido al rito de la elevación y el muslo ofrecido como tributo de los sacrificios de comunión de los israelitas, y se los doy al sacerdote Aarón y a sus descendientes. Será esta una norma perpetua para los israelitas.

LEVÍTICO 7:11-34 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»Esta es la ley respecto al sacrificio de comunión que se ofrece al SEÑOR: Si se ofrece en acción de gracias, entonces se ofrecerán también panes sin levadura amasados con aceite, obleas sin levadura untadas con aceite, o panes de flor de harina amasados con aceite. Junto con el sacrificio de comunión en acción de gracias, se deberá presentar una ofrenda de pan con levadura. De toda ofrenda deberá presentarse una parte como contribución al SEÑOR, y se destinará al sacerdote a quien le corresponda derramar la sangre del sacrificio de comunión. La carne de este sacrificio deberá comerse el día en que se ofrezca, sin dejar nada para el día siguiente. »Si el sacrificio tiene que ver con un voto, o si se trata de una ofrenda voluntaria, no solo se comerá en el día que se ofrezca el sacrificio, sino que podrá comerse el resto al día siguiente. Pero toda la carne que quede hasta el tercer día se quemará en el fuego. »Si alguna carne del sacrificio de comunión llega a comerse al tercer día, tal sacrificio no será válido ni se tomará en cuenta, porque la carne ya está descompuesta. El que la coma sufrirá las consecuencias de su pecado. »No deberá comerse la carne que haya tocado alguna cosa ritualmente impura, sino que se quemará en el fuego. En cuanto a otra carne, toda persona pura podrá comerla. »Si una persona impura come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminada de su pueblo. »Si alguien toca cualquier clase de impureza humana, o de animal o de algo detestable, y luego come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminado de su pueblo». El SEÑOR le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Vosotros no comeréis grasa de ganado vacuno, ovino o cabrío. La grasa de un animal muerto o destrozado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla. Todo el que coma grasa de animales presentados como ofrenda por fuego para el SEÑOR será eliminado de su pueblo. Viváis donde viváis, vosotros no comeréis grasa ni sangre alguna, sea de ave o de otro animal. Todo el que coma cualquier clase de sangre será eliminado de su pueblo». El SEÑOR le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «El que ofrezca al SEÑOR un sacrificio de comunión deberá presentar al SEÑOR parte de ese sacrificio, y presentarle también una ofrenda por fuego. Llevará la grasa y el pecho, y mecerá ante el SEÑOR el pecho de la víctima como ofrenda mecida. El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus hijos. Al sacerdote se le dará, como contribución, el muslo derecho del sacrificio de comunión. El muslo derecho será la porción del sacerdote a quien le toque ofrecer la sangre y la grasa del sacrificio. Porque de los sacrificios de comunión que ofrecen los israelitas, yo he tomado el pecho mecido y el muslo para dárselos, como contribución, al sacerdote Aarón y a sus hijos. Este será un estatuto perpetuo entre los israelitas».

LEVÍTICO 7:11-34 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

“Estas son las instrucciones relativas a los sacrificios de reconciliación que se presentan al Señor: Si el sacrificio es de acción de gracias, se ofrecerán también tortas sin levadura amasadas con aceite, hojuelas sin levadura rociadas de aceite, y tortas de harina de la mejor calidad amasadas con aceite; y, junto con el sacrificio de acción de gracias y de reconciliación, se presentarán tortas de pan con levadura. De toda ofrenda se tomará una parte y se presentará al Señor como contribución, y será para el sacerdote que rocíe la sangre del sacrificio de reconciliación. “La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se guardará un solo pedazo para el día siguiente. En caso de que el animal se ofrezca en cumplimiento de una promesa o como una ofrenda voluntaria, deberá comerse el mismo día en que se ofrece, pero lo que quede se podrá comer al día siguiente; si a los tres días todavía queda carne del animal ofrecido, habrá que quemarla toda. Y si alguien come al tercer día carne del sacrificio de reconciliación, el sacrificio no será aceptado ni tomado en cuenta, y la carne será considerada despreciable. El que coma de ella cargará con ese pecado. “La carne que toque cualquier cosa impura no debe ser comida, sino quemada. “Todos los que estén puros podrán comer carne. “La persona que estando impura coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo. “La persona que toque cualquier cosa impura –ya sea alguna impureza humana o impureza de animal, o cualquier otra cosa repugnante–, y luego coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.” El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Di esto a los israelitas: No comeréis ninguna grasa de toro, de cordero o de cabra. A la grasa de animales muertos o despedazados por las fieras podréis darle cualquier otro uso, pero no la comeréis. “Cualquiera que coma grasa de animales de los que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será eliminado de entre su pueblo. “En ninguno de los lugares donde viváis comeréis sangre, ni de ave ni de otro animal. La persona que coma cualquier clase de sangre será eliminada de entre su pueblo.” El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Di a los israelitas que el que presente al Señor un sacrificio de reconciliación, deberá llevarlo ante el Señor. Con sus propias manos llevará ante el Señor la ofrenda quemada, la grasa que cubre el pecho, y el pecho mismo, para celebrar ante el Señor el rito de presentación. El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus descendientes. El muslo derecho de los animales ofrecidos en reconciliación se le dará al sacerdote como contribución. Ese muslo derecho le corresponderá al sacerdote que ofrezca la grasa y la sangre del sacrificio de reconciliación, pues de los sacrificios de reconciliación que los israelitas me ofrecen he tomado el pecho como ofrenda especial y el muslo como contribución, y se los he dado al sacerdote Aarón y a sus descendientes como la parte que siempre les corresponderá de las ofrendas de los israelitas.”