LEVÍTICO 27:30-34
LEVÍTICO 27:30-34 La Palabra (versión española) (BLP)
La décima parte de todos los productos de la tierra, sean semillas o frutos de los árboles, pertenece al Señor; es algo dedicado al Señor. Si alguien desea rescatar algo del diezmo, deberá añadir una quinta parte sobre el valor de lo rescatado. También será consagrada al Señor la décima parte de todo el ganado, tanto vacuno como ovino, es decir, todo lo que esté bajo el control del pastor. No se escogerá atendiendo a si el animal es de buena o mala calidad; y no habrá lugar a sustitución; si se produce la sustitución, tanto el primer animal como el sustituto serán considerados algo sagrado y no podrán ser rescatados. Estos son los mandamientos que el Señor dio a los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés.
LEVÍTICO 27:30-34 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“La décima parte de los productos de la tierra, tanto de semillas como de árboles frutales, pertenece al Señor y está consagrada a él. Si alguien quiere recuperar algo de esa décima parte, tendrá que pagar lo que valga, más una quinta parte. “Uno de cada diez animales del ganado o del rebaño será consagrado al Señor como décima parte, sin escoger los mejores ni los peores, ni cambiar uno por otro. En caso de hacer un cambio, tanto el primer animal como el animal dado a cambio quedarán consagrados y, por lo tanto, no podrán ser recuperados.” Estos son los mandamientos que el Señor dio a Moisés para los israelitas, en el monte Sinaí.
LEVÍTICO 27:30-34 Reina Valera 2020 (RV2020)
El diezmo de la tierra, tanto de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, es del Señor: es cosa dedicada al Señor. Si alguien quiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. Todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, será consagrado al Señor. No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambia, tanto él como el que se dio a cambio serán cosas sagradas: no podrán ser rescatados. Estos son los mandamientos que ordenó el Señor a Moisés para los hijos de Israel en el monte Sinaí.
LEVÍTICO 27:30-34 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»El diezmo de todo producto del campo, ya sea grano de los sembrados o fruto de los árboles, pertenece al SEÑOR, pues le está consagrado. Si alguien desea rescatar algo de su diezmo, deberá añadir a su valor una quinta parte. En cuanto al diezmo del ganado mayor y menor, uno de cada diez animales contados será consagrado al SEÑOR. El pastor no hará distinción entre animales buenos y malos, ni hará sustitución alguna. En caso de cambiar un animal por otro, los dos quedarán consagrados y no se les podrá rescatar». Estos son los mandamientos que el SEÑOR le dio a Moisés para los israelitas, en el monte Sinaí.