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LEVÍTICO 19:14-32

LEVÍTICO 19:14-32 Reina Valera 2020 (RV2020)

No maldecirás al sordo, ni delante del ciego pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo, el Señor. No cometerás injusticia en los juicios, ni para favorecer al pobre ni para complacer al grande: con justicia juzgarás a tu prójimo. No andarás difamando a tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo, el Señor. No aborrecerás a tu hermano en tu corazón. Reprenderás a tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, el Señor. Mis estatutos guardarás. No cruzarás ganado de diversas especies. Tu campo no sembrarás con mezcla de semillas. No te pondrás vestidos con mezcla de hilos. Si un hombre se acuesta con una esclava desposada con otro, que no ha sido rescatada ni ha recibido la libertad, ambos serán castigados, pero no morirán, por cuanto ella no es libre. Él ofrecerá al Señor, a la puerta del tabernáculo de reunión, un carnero como expiación por su culpa. Con el carnero de la expiación lo reconciliará el sacerdote delante del Señor, por el pecado que cometió, y se le perdonará. Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, durante los tres primeros años consideraréis impuros sus frutos, como si estuvieran incircuncisos, y no los comeréis. Al cuarto año, todos los frutos será consagrado en alabanzas al Señor. Y el quinto año podréis ya comer su fruto, y a partir de ahí será abundante. Yo, el Señor, vuestro Dios. No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros ni adivinos. No haréis tonsura en vuestras cabezas ni recortaréis la punta de vuestra barba. No os haréis heridas en el cuerpo por un muerto, ni tatuaje alguno en la piel. Yo, el Señor. No contaminarás a tu hija convirtiéndola en una prostituta, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad. Guardaréis mis días de reposo y honraréis mi santuario. Yo, el Señor. No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, de manera que os contaminéis con ellos. Yo, el Señor, vuestro Dios. Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano. De tu Dios tendrás temor. Yo, el Señor.

LEVÍTICO 19:14-32 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

“No maldigas al sordo. “No pongas ningún tropiezo en el camino del ciego. Muestra tu reverencia a Dios. Yo soy el Señor. “No actúes con injusticia cuando dictes sentencia: ni favorezcas al débil ni te rindas ante el poderoso. Apégate a la justicia cuando dictes sentencia. “No andes con chismes entre tu gente. “No tomes parte en el asesinato de tu prójimo. Yo soy el Señor. “No abrigues en tu corazón odio contra tu hermano. “Reprende a tu prójimo cuando debas reprenderle. No te hagas cómplice de su pecado. “No seas vengativo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor. “Pon en práctica mis leyes. “No cruces tu ganado con animales de diferente especie. “No siembres tu campo con diferentes semillas entremezcladas. “No te pongas ropas hechas con tela de materiales mezclados. “Si alguno se acuesta con una esclava destinada a otro hombre, pero que aún no ha sido comprada ni puesta en libertad, tendrá que pagar indemnización; pero no se les condenará a muerte, porque ella no es libre. El hombre presentará al Señor un carnero como sacrificio por la culpa, el cual llevará hasta la entrada de la tienda del encuentro. Con este carnero como sacrificio por la culpa, el sacerdote pedirá al Señor que perdone el pecado de ese hombre, y el pecado cometido se le perdonará. “Cuando entréis en el país y plantéis árboles frutales, no cortaréis ni comeréis sus frutos durante tres años. Al cuarto año, todos sus frutos serán consagrados al Señor en una celebración, y al quinto año ya podréis comer su fruto. Así el árbol os dará más. Yo soy el Señor vuestro Dios. “No comáis nada que tenga sangre. “No practiquéis la adivinación ni pretendáis predecir el futuro. “No os cortéis el pelo en redondo ni os recortéis la punta de la barba. “No os hagáis heridas en el cuerpo por causa de un muerto. No os hagáis ninguna clase de tatuaje. Yo soy el Señor. “No deshonres a tu hija convirtiéndola en una prostituta. No corrompas el país llenándolo de depravaciones. “Respetad mis sábados. Guardad reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor. “No recurráis a espíritus y adivinos; no os hagáis impuros consultándolos. Yo soy el Señor vuestro Dios. “Ponte en pie y respeta a los ancianos. Sé reverente con tu Dios. Yo soy el Señor.

LEVÍTICO 19:14-32 La Palabra (versión española) (BLP)

No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego, sino que respetarás a tu Dios. Yo soy el Señor. No procederás injustamente en los juicios, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al poderoso; juzgarás con justicia a tu prójimo. No andarás difamando a los de tu pueblo. No pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. No guardarás odio a tu hermano en tu corazón; reprenderás a tu prójimo y así no participarás de su pecado. No serás rencoroso ni vengativo con tus compatriotas, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. Guardad mis leyes. No cruzarás tu ganado con animales de otra especie; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla ni te pondrás ropas de dos clases de tejido. Si un hombre se acuesta con una esclava que pertenece a otro y que aún no ha sido rescatada ni se le ha concedido la libertad, ambos serán azotados; pero no hasta la muerte, por cuanto ella no es libre. Él, por su parte, ofrecerá un carnero como sacrificio por su pecado y lo presentará al Señor a la entrada de la Tienda del encuentro. Ofreciendo el carnero como sacrificio de reparación, el sacerdote hará expiación por él en presencia del Señor y le será perdonado el pecado que cometió. Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, durante los tres primeros años consideraréis impuros sus frutos, como si estuvieran incircuncisos, y no los comeréis. El cuarto año todos los frutos serán consagrados al Señor en una fiesta de acción de gracias. Y el quinto año podréis ya comer su fruto y almacenar vuestras cosechas. Yo soy el Señor, vuestro Dios. No comeréis nada con su sangre. No practicaréis la adivinación ni la astrología. No os raparéis en redondo vuestras cabezas, ni os recortaréis la barba. No os haréis heridas en el cuerpo por un muerto, ni tatuaje alguno en la piel. Yo soy el Señor. No degradarás a tu hija entregándola a la prostitución, para que tampoco se prostituya la tierra y se llene de inmoralidad. Guardaréis mis días de descanso y honraréis mi santuario. Yo soy el Señor. No acudiréis a los nigromantes ni consultaréis a los espiritistas, contaminándoos con ellos. Yo soy el Señor, vuestro Dios. Te pondrás de pie en presencia de un anciano y lo tratarás con respeto; de esta manera honrarás a tu Dios. Yo soy el Señor.

LEVÍTICO 19:14-32 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»No maldigas al sordo, ni le pongas tropiezos al ciego, sino teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR. »No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia. »No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el SEÑOR. »No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. »No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR. »Cumplid mis estatutos: »No crucéis animales de especies diferentes. »No plantéis en vuestro campo dos clases distintas de semilla. »No uséis ropa tejida con dos clases distintas de hilo. »Si un hombre se acuesta con una esclava prometida a otro en matrimonio, pero que aún no ha sido rescatada ni declarada libre, a los dos se les impondrá el castigo debido, pero no se les condenará a muerte porque ella aún no ha sido declarada libre. No obstante, el hombre deberá ofrecer al SEÑOR un carnero como ofrenda por su culpa. Lo llevará a la entrada de la Tienda de reunión, y el sacerdote hará expiación ante el SEÑOR por el pecado cometido. De este modo, su pecado le será perdonado. »Cuando vosotros entréis en la tierra y plantéis cualquier clase de árboles frutales, durante tres años no comeréis su fruto, sino que lo consideraréis inmundo. En el cuarto año todo su fruto será consagrado como una ofrenda de alabanza al SEÑOR, y en el quinto año ya podréis comer de su fruto. De este modo, aumentaréis vuestras cosechas. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. »No comáis nada que tenga sangre. »No practiquéis la adivinación ni los sortilegios. »No os cortéis el cabello en redondo ni os despuntéis la barba. »No os hagáis heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el SEÑOR. »No degradéis a vuestra hija haciendo de ella una prostituta, para que tampoco se prostituya la tierra ni se llene de perversidad. »Observad mis sábados, y tened reverencia por mi santuario. Yo soy el SEÑOR. »No acudáis a la nigromancia, ni busquéis a los espiritistas, porque os haréis impuros por causa de ellos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. »Ponte de pie en presencia de los mayores. »Respeta a los ancianos. »Teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR.