LEVÍTICO 15:25-31
LEVÍTICO 15:25-31 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando una mujer tenga hemorragias durante muchos días, fuera del tiempo habitual de su período, o cuando la menstruación le dure más de lo normal, todo el tiempo que tenga hemorragias deberá considerarse en estado de impureza como en los días de su menstruación. Cualquier cama en la que duerma esa mujer, o cualquier objeto sobre el que se siente mientras le dura la hemorragia, serán considerados impuros como durante el período de la menstruación. El que toque esas cosas quedará impuro, deberá lavar sus ropas y se bañará, pero quedará impuro hasta la noche. Cuando sane de su hemorragia, la mujer contará siete días, pasados los cuales, quedará pura. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones y los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda del encuentro; el sacerdote ofrecerá uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. De esta manera el sacerdote hará expiación en presencia del Señor por la impureza que causó la hemorragia. Mantendréis así alejados a los israelitas de sus impurezas, a fin de que no mueran al contaminar con ellas la morada que yo tengo en medio de ellos.
LEVÍTICO 15:25-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“En caso de que una mujer tenga flujo de sangre fuera de su periodo normal de menstruación, y que el flujo le dure muchos días, o en caso de que su menstruación le dure más de lo normal, será considerada impura mientras le dure el flujo, como si estuviera en su periodo de menstruación. “Cualquier lugar sobre el que ella duerma y cualquier objeto en que se siente mientras le dura el flujo, será considerado impuro, como si estuviera ella en su periodo de menstruación. “Cualquiera que toque estas cosas, será considerado impuro. Deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer. “Cuando el flujo se le detenga, podrá contar siete días, y después quedará purificada. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones, y se los llevará al sacerdote, a la entrada de la tienda del encuentro. El sacerdote ofrecerá uno de ellos como sacrificio por el pecado y otro como holocausto. Así realizará el sacerdote ante el Señor la purificación de esa mujer por el flujo que tuvo, y de esa manera alejaréis a los israelitas de sus impurezas, para que no mueran por manchar con ellas el lugar donde yo habito entre ellos.”
LEVÍTICO 15:25-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Cuando una mujer tenga flujo continuo de sangre fuera de su período menstrual, o cuando se le prolongue el flujo, quedará impura todo el tiempo que le dure, como durante su período. »Toda cama en la que se acueste mientras dure su flujo quedará impura, como durante su período. »Todo aquello sobre lo que se siente quedará impuro, como durante su período. »Todo el que toque cualquiera de estos objetos quedará impuro. Deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer. »Cuando ella sane de su flujo, deberá esperar siete días para el rito de su purificación. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, y los llevará a la entrada de la Tienda de reunión, donde se los entregará al sacerdote, quien ofrecerá uno como sacrificio expiatorio y el otro como holocausto. Así, en presencia del SEÑOR, el sacerdote hará propiciación por ella a causa de su flujo. »Debéis mantener apartados de la impureza a los israelitas. Así evitaréis que mueran por haber contaminado mi santuario, que está en medio de ellos.
LEVÍTICO 15:25-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando una mujer tenga flujo de sangre durante muchos días fuera del tiempo de su menstruación, o cuando tenga flujo de sangre más allá de su menstruación, todo el tiempo de su flujo quedará impura, como en los días de su menstruación. Toda cama en que duerma mientras dura su flujo será como la cama de su menstruación, y todo mueble sobre el que se siente será inmundo, como la impureza de su menstruación. Cualquiera que toque esas cosas será impuro y lavará sus vestidos, se lavará a sí mismo con agua, y quedará impuro hasta la noche. Cuando quede libre de su flujo, contará siete días, y después quedará limpia. Al octavo día tomará consigo dos tórtolas o dos palominos y los llevará al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión. El sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado y el otro como holocausto. Así el sacerdote la purificará del flujo de su impureza delante del Señor. Apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no mueran por su causa, por haber contaminado mi tabernáculo, que está en medio de ellos.