LEVÍTICO 1:3-17
LEVÍTICO 1:3-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si su ofrenda es un holocausto vacuno, ofrecerá un macho sin defecto; lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión, para que sea aceptado por el Señor. Pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y le será aceptado como expiación. Entonces el oferente degollará el becerro en la presencia del Señor; los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre y la rociarán sobre los lados del altar que está a la puerta del tabernáculo de reunión. Desollará después el holocausto y lo dividirá en piezas. Los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar y compondrán la leña sobre el fuego. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, acomodarán las piezas, la cabeza y la grasa de los intestinos sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar. El oferente lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar. Es un holocausto: ofrenda quemada de olor grato para el Señor. Si su ofrenda para el holocausto es del rebaño, de las ovejas o de las cabras, ofrecerá un macho sin defecto. Lo degollará al lado norte del altar, delante del Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán su sangre en el altar, por todos sus lados. Luego lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la grasa de los intestinos, y el sacerdote las colocará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar. El oferente lavará las entrañas y las piernas con agua, y el sacerdote lo ofrecerá todo y lo hará arder sobre el altar. Es un holocausto: ofrenda quemada de olor grato para el Señor. Si la ofrenda para el Señor es un holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas o de palominos. El sacerdote la ofrecerá sobre el altar, le quitará la cabeza y hará que arda en el altar, a uno de cuyos lados se exprimirá la sangre. Le quitará entonces el buche y las plumas, que echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas. La abrirá por sus alas, sin llegar a dividirla en dos, y el sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego. Es un holocausto: ofrenda quemada de olor grato para el Señor.
LEVÍTICO 1:3-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Si su ofrenda para el holocausto es de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto alguno; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del encuentro para que sea agradable al Señor. Pondrá su mano sobre la cabeza del animal destinado al holocausto, para que el sacrificio sea aceptado como expiación de parte suya. Entonces degollará la res en presencia del Señor, y a continuación los sacerdotes aaronitas ofrecerán la sangre rociando con ella los lados del altar que está a la entrada de la Tienda del encuentro. El animal ofrecido en holocausto será desollado y descuartizado. Y los sacerdotes aaronitas pondrán fuego sobre el altar y apilarán leña sobre el fuego. Luego colocarán los trozos del animal, la cabeza y la grasa de las vísceras encima de la leña que arde sobre el altar, y lavarán con agua las vísceras y las patas. El sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor. Si su ofrenda para el holocausto es de ganado menor, corderos o cabritos, ofrecerá un macho sin defecto alguno. Lo degollará en el lado norte del altar, en presencia del Señor; luego los sacerdotes aaronitas rociarán con su sangre los lados del altar. Una vez descuartizado, el sacerdote colocará los trozos, junto con su cabeza y la grasa de las vísceras, encima de la leña que arde sobre el altar; y después de lavar con agua las vísceras y las patas, el sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor. Si la ofrenda en holocausto para el Señor es de aves, ofrecerá tórtolas o pichones. El sacerdote traerá el ave al altar, le arrancará la cabeza y hará que se queme en el altar después que su sangre sea exprimida sobre un lado del mismo. Le quitará el buche y las plumas, y los echará al lado oriental del altar, en el lugar de las cenizas. Le rasgará las alas, pero no se las arrancará. El sacerdote hará que lo que está en el altar, encima de la leña que arde, se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.
LEVÍTICO 1:3-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Si el animal que ofrece en holocausto es de su ganado, tendrá que ser un toro sin defecto. Para que le sea aceptado, lo ofrecerá en presencia del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro y poniendo la mano sobre la cabeza del animal. Así el Señor aceptará el holocausto y le perdonará sus pecados. El toro será degollado en presencia del Señor; luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, ofrecerán la sangre, y la rociarán por encima y alrededor del altar que está a la entrada de la tienda del encuentro. El que presenta en holocausto al animal, le quitará la piel y lo cortará en pedazos, y los sacerdotes harán fuego sobre el altar, y dispondrán la leña para poner encima los pedazos cortados del animal, junto con la cabeza y la grasa de los intestinos. El que presenta el holocausto lavará con agua las vísceras y las patas del animal, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar, como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor. “Si el animal que ofrece en holocausto es de su rebaño de ovejas o de cabras, tendrá que ser un macho sin defecto, y lo degollará al lado norte del altar, ante el Señor. Los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán la sangre del animal por encima y alrededor del altar; luego se cortará el animal en pedazos, y el sacerdote pondrá los pedazos cortados sobre la leña que arde en el altar, junto con la cabeza y la grasa de los intestinos. Luego, el que presenta el holocausto lavará con agua las vísceras y las patas del animal, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar, como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor. “Si el animal que ofrece en holocausto en honor del Señor es un ave, tendrá que ser una tórtola o un pichón. El sacerdote ofrecerá el ave en el altar: le arrancará la cabeza y quemará el ave sobre el altar después de exprimir su sangre en un costado del altar. Le quitará el buche y su contenido, y lo echará hacia el lado oriental del altar, o sea en el lugar de la ceniza; luego partirá el ave en dos, tomándola por las alas, pero sin separar las dos partes; finalmente quemará el ave sobre la leña del altar, como holocausto, como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor.
LEVÍTICO 1:3-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Si el animal que ofrece en holocausto es de ganado vacuno, deberá presentar un macho sin defecto, a la entrada de la Tienda de reunión. Así será aceptable al SEÑOR. Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, la cual le será aceptada en su lugar y le servirá de propiciación. Después degollará el novillo ante el SEÑOR, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tomarán la sangre y la derramarán alrededor del altar que está a la entrada de la Tienda de reunión. Luego desollará la víctima del holocausto y la cortará en trozos. Los hijos de Aarón, los sacerdotes, harán fuego sobre el altar y le echarán leña; después acomodarán los trozos sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo. Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo quemará todo en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al SEÑOR. »Si alguien ofrece un holocausto de ganado ovino, sea de corderos o de cabras, deberá presentar un macho sin defecto. Lo degollará ante el SEÑOR, al lado norte del altar, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. Luego lo cortará en trozos, los cuales el sacerdote acomodará sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo. Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo tomará todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al SEÑOR. »Si alguien ofrece al SEÑOR un holocausto de ave, deberá presentar una tórtola o un pichón de paloma. El sacerdote llevará el ave al altar para quemarla. Le arrancará la cabeza; después exprimirá la sangre sobre un lado del altar, y le quitará también el buche y las entrañas, y los arrojará hacia el lado oriental del altar, donde se echa la ceniza. Después la desgarrará por las alas, pero sin arrancárselas. Entonces el sacerdote la quemará en el altar, sobre la leña encendida. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al SEÑOR.