JOSUÉ 6:1-16
JOSUÉ 6:1-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jericó estaba cerrada, bien cerrada, por miedo a los hijos de Israel: nadie entraba ni salía. Pero el Señor dijo a Josué: —Mira, yo he entregado en tus manos a Jericó y a su rey, junto con sus hombres de guerra. Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra y daréis una vez la vuelta alrededor de la ciudad. Esto haréis durante seis días. Siete sacerdotes llevarán sendas bocinas de cuernos de carnero delante del arca. El séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Cuando el cuerno de carnero dé un toque prolongado, tan pronto oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará con fuerza, y el muro de la ciudad caerá. Entonces la asaltará el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. Josué hijo de Nun llamó a los sacerdotes y les dijo: —Tomad el arca del pacto, y que siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca del Señor. Al pueblo dijo: —Pasad y dad un rodeo a la ciudad: los que están armados pasarán delante del arca del Señor. Tan pronto Josué terminó de hablar al pueblo, los siete sacerdotes, que llevaban las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca del Señor al mismo tiempo que tocaban las bocinas, mientras el arca del pacto del Señor los seguía. Los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente. Pero Josué dio esta orden al pueblo: —Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca hasta el día que yo os diga: «Gritad». Entonces gritaréis. Así hizo que el arca del Señor diera una vuelta alrededor de la ciudad, y luego volvieron al campamento, donde pasaron la noche. Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca del Señor. Los siete sacerdotes, que llevaban las siete bocinas de cuerno de carnero, iban delante del arca del Señor y tocaban las bocinas sin dejar de caminar; los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca del Señor mientras las bocinas sonaban continuamente. Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento. De esta manera hicieron durante seis días. El séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron la vuelta a la ciudad, de la misma manera, siete veces —solamente este día dieron siete veces la vuelta alrededor de ella—. Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: —¡Gritad, porque el Señor os ha entregado la ciudad!
JOSUÉ 6:1-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Jericó estaba cerrada a cal y canto por miedo a los israelitas: nadie podía entrar ni salir. El Señor dijo a Josué: —Mira, yo te entrego a Jericó y a su rey. Todos vuestros guerreros darán cada día una vuelta alrededor de la ciudad. Así durante seis días. Siete sacerdotes llevarán delante del Arca siete trompetas de cuerno de carnero. El séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad y los sacerdotes tocarán las trompetas. Cuando los sacerdotes toquen el cuerno de carnero y oigáis el sonar de la trompeta, todo el pueblo prorrumpirá en un poderoso grito de guerra y la muralla de la ciudad se derrumbará. El pueblo se lanzará entonces al asalto cada uno por enfrente de donde está. Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: —Tomad el Arca de la alianza y que siete sacerdotes vayan delante del Arca del Señor llevando siete trompetas de cuerno de carnero. Y al pueblo le dijo: —Poneos en marcha y dad una vuelta a la ciudad; que los que van armados se coloquen delante del Arca del Señor. En cuanto acabó de hablar Josué al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del Arca del Señor se pusieron en marcha y tocaron las trompetas; el Arca de la alianza del Señor iba tras ellos; los que iban armados marchaban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, mientras la retaguardia caminaba detrás del Arca al son de las trompetas. Josué había dado esta orden al pueblo: —No lancéis gritos de guerra ni dejéis oír vuestras voces: que no salga ni una palabra de vuestra boca, hasta el día en que yo os mande lanzar el grito de guerra. Entonces lo lanzaréis. Hizo, pues, Josué que dieran una vuelta a la ciudad con el Arca del Señor, rodeándola una vez; luego regresaron al campamento, donde pasaron la noche. Josué se levantó de madrugada y los sacerdotes cargaron a hombros el Arca del Señor. Los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del Arca del Señor, iban tocando las trompetas según caminaban. Los que iban armados marchaban delante de ellos mientras la retaguardia desfilaba detrás del Arca del Señor al son de las trompetas. El segundo día dieron otra vuelta a la ciudad y regresaron al campamento. Así durante seis días. El séptimo día, se levantaron de madrugada y, siguiendo el mismo ritual, dieron siete vueltas a la ciudad; únicamente el séptimo día dieron siete vueltas a la ciudad. A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas y Josué dijo al pueblo: —¡Lanzad el grito de guerra, porque el Señor os ha entregado la ciudad!
JOSUÉ 6:1-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Nadie podía entrar ni salir de Jericó, pues se habían cerrado las puertas de la ciudad para defenderla de los israelitas. Pero el Señor dijo a Josué: “Yo te he entregado Jericó, con su rey y sus soldados. Vosotros, soldados israelitas, dad una vuelta diaria alrededor de la ciudad durante seis días. Siete sacerdotes irán delante del arca del pacto, cada uno con una trompeta de cuerno de carnero, y el séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando oigáis que las trompetas dan un toque especial, gritad con todas vuestras fuerzas y la muralla de la ciudad se vendrá abajo. Entonces cada uno deberá avanzar directamente contra la ciudad.” Josué llamó a los sacerdotes y les dijo: “Llevad el arca del pacto del Señor, y que siete de vosotros vayan delante del arca con trompetas de cuerno de carnero.” Y al pueblo le dijo: “Id y dad la vuelta a la ciudad. Los hombres de combate, que vayan delante del arca del Señor.” Todos hicieron lo que Josué les había ordenado. Los siete sacerdotes iban delante del arca del pacto del Señor tocando las siete trompetas, y el arca los seguía. Los hombres de combate iban delante de los sacerdotes, que tocaban las trompetas sin cesar, y la retaguardia iba detrás del arca. Pero Josué ordenó al ejercito que marchara en silencio hasta el momento en que él les diera la orden de gritar con todas sus fuerzas. Josué hizo que el arca del Señor diera una vuelta alrededor de la ciudad. Después volvieron al campamento, y allí pasaron la noche. Al día siguiente, muy temprano, Josué se levantó y los sacerdotes tomaron el arca del Señor. Los siete sacerdotes iban delante del arca del Señor, sin dejar de marchar ni de tocar sus trompetas. Los hombres de combate iban delante de ellos, y los otros iban detrás del arca. Las trompetas no dejaban de sonar. El segundo día dieron otra vuelta a la ciudad y volvieron al campamento. Y durante seis días hicieron lo mismo. El séptimo día se levantaron de madrugada y marcharon alrededor de la ciudad, como lo habían hecho antes, pero ese día le dieron siete vueltas. Cuando los sacerdotes tocaron las trompetas por séptima vez, Josué ordenó a la gente: “¡Gritad! El Señor os ha entregado la ciudad.
JOSUÉ 6:1-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas por temor a los israelitas; nadie podía salir o entrar. Pero el SEÑOR le dijo a Josué: «¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros! Tú y tus soldados marcharéis una vez alrededor de la ciudad; así lo haréis durante seis días. Siete sacerdotes llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día marcharéis siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando todos escuchéis el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a gran voz. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento». Josué hijo de Nun llamó a los sacerdotes y les ordenó: «Cargad el arca del pacto del SEÑOR, y que siete de vosotros lleven trompetas y marchen frente a ella». Y le dijo al pueblo: «¡Adelante! ¡Marchad alrededor de la ciudad! Pero los hombres armados deben marchar delante del arca del SEÑOR». Cuando Josué terminó de dar las instrucciones al pueblo, los siete sacerdotes marcharon delante del arca del pacto del SEÑOR tocando sus trompetas; y el arca del pacto les seguía. Los hombres armados marchaban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y tras el arca marchaba la retaguardia. Durante todo ese tiempo las trompetas no cesaron de sonar. Al resto del pueblo, en cambio, Josué le ordenó marchar en silencio, sin decir palabra alguna ni gritar hasta el día en que les diera la orden de gritar a gran voz. Josué hizo llevar el arca alrededor de Jericó una sola vez. Después, el pueblo regresó al campamento para pasar la noche. Al día siguiente, Josué se levantó temprano, y los sacerdotes cargaron el arca del SEÑOR. Los siete sacerdotes que llevaban las trompetas tomaron la delantera y marcharon delante del arca mientras tocaban sus trompetas. Los hombres armados marchaban delante de ellos, y tras el arca del SEÑOR marchaba la retaguardia. ¡Nunca dejaron de oírse las trompetas! También en este segundo día marcharon una sola vez alrededor de Jericó, y luego regresaron al campamento. Así hicieron durante seis días. El séptimo día, a la salida del sol, se levantaron y marcharon alrededor de la ciudad tal como lo habían hecho los días anteriores, solo que en ese día repitieron la marcha siete veces. A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas, y Josué le ordenó al ejército: «¡Empezad a gritar! ¡El SEÑOR os ha entregado la ciudad!