JOEL 1:6-10
JOEL 1:6-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Porque un pueblo ha invadido mi tierra; es poderoso e innumerable; sus dientes son dientes de león, y tiene muelas como de leona. Ha asolado mi viñedo, ha destrozado mis higueras, las ha descortezado del todo haciendo blanquear sus ramas; luego las ha derribado. Llora tú como una joven vestida de luto por causa del marido de su juventud. Ofrenda y libación han cesado en el Templo del Señor; hacen duelo los sacerdotes, los servidores del Señor. El campo está devastado, enlutada la tierra; el trigo se ha perdido, se echa en falta el mosto, se ha agotado el aceite.
JOEL 1:6-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque un pueblo fuerte e innumerable ha subido a mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león. Ha asolado mi vid y descortezado mi higuera; del todo la ha desnudado y derribado; sus ramas han quedado peladas. Llora tú, como la joven vestida de ropas ásperas por el marido de su juventud. Ha desaparecido de la casa del Señor la ofrenda y la libación; los sacerdotes que sirven al Señor están de duelo. El campo está asolado y se ha enlutado la tierra, porque el trigo ha sido destruido, el mosto está pasado y se ha perdido el aceite.
JOEL 1:6-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pues la langosta, como un ejército fuerte y numeroso, de dientes de león y colmillos de leona, ha invadido mi país. Ha destruido nuestras viñas y ha destrozado nuestras higueras; las ha pelado por completo, hasta dejar blancas sus ramas. Como novia que llora y se viste de luto por la muerte de su prometido, así lloran los sacerdotes porque en el templo ya no hay cereales ni vino para las ofrendas del Señor. Los campos están desolados; las tierras, de luto. El trigo se ha perdido, las viñas se han secado y los olivos están marchitos.
JOEL 1:6-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Una nación poderosa e innumerable ha invadido mi país: tiene dientes de león, colmillos de leona. Asoló mis vides, desgajó mis higueras. Las peló hasta dejar blancas sus ramas; ¡las derribó por completo! Mi pueblo gime como virgen vestida de luto por la muerte de su prometido. Las ofrendas de cereales y las libaciones no se ofrecen ya en la casa del SEÑOR. Hacen duelo los sacerdotes, los ministros del SEÑOR. Los campos yacen devastados, reseca está la tierra; han sido arrasados los cereales, se ha secado el vino nuevo y agotado el aceite.