JOB 9:25-33
JOB 9:25-33 La Palabra (versión española) (BLP)
Mis días corren más que un correo, escapan sin que pueda ver la dicha; se deslizan como balsas de junco, como el águila al caer sobre la presa. Si me digo: «Olvidaré la tristeza, que la alegría cambie mi semblante», tengo miedo de lo que pueda sufrir, pues sé que no me crees inocente. Y si resulta que soy culpable, ¿qué sentido tiene luchar en vano? Aunque me lavase con jabón y frotara mis manos con sosa, tú me arrastrarías por la porquería hasta que me diera asco mi ropa. No es un ser humano como yo para decirle: «Enfrentémonos juntos en un juicio». Pero no existe un mediador que ponga su mano entre los dos
JOB 9:25-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
Mis días han sido más ligeros que un correo; han huido sin haber visto el bien. Han pasado cual naves veloces, como el águila que se arroja sobre la presa. Si digo: «Olvidaré mi queja, cambiaré mi triste semblante y me esforzaré», entonces me turban todos mis dolores, pues sé que no me tienes por inocente. Y si soy culpable, ¿para qué trabajar en vano? Aun cuando me lave con agua de nieve y limpie mis manos con lejía, aun así me hundirás en el hoyo, y mis propios vestidos me repugnarán. Él no es un ser humano como yo, para que yo le replique y comparezcamos juntos en un juicio. No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre ambos
JOB 9:25-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Mis días huyen en veloz carrera, sin haber visto la felicidad. Se van como barcos ligeros, como águila que se lanza tras la presa. Si trato de olvidar mis penas y de parecer alegre, todo mi dolor vuelve a asustarme, pues sé que Dios no me cree inocente. Y si él me tiene por culpable, de nada servirá que me esfuerce. Aunque me lave las manos con jabón y me las frote con lejía, Dios me hundirá en el fango, y hasta mi ropa sentirá asco de mí. Yo no puedo encararme con Dios como con otro hombre, ni decirle que ambos vayamos ante un tribunal. ¡Ojalá hubiera un juez entre nosotros que tuviese autoridad sobre ambos
JOB 9:25-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Transcurren mis días con más rapidez que un corredor; vuelan sin que hayan conocido la dicha. Se deslizan como barcas de papiro, como veloces águilas al caer sobre su presa. Si acaso digo: “Olvidaré mi queja, cambiaré de expresión, esbozaré una sonrisa”, me queda el miedo de tanto sufrimiento, pues bien sé que no me consideras inocente. Y, ya que me tienes por culpable, ¿para qué voy a luchar en vano? Aunque me restriegue con jabón y me limpie las manos con lejía, tú me lanzarás al muladar, ¡y hasta mis ropas me aborrecerán! »Dios no es hombre como yo, para que juntos comparezcamos ante un tribunal. ¡No hay un juez aquí que decida el caso entre nosotros dos!