JOB 27:1-12
JOB 27:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Job continuó con su discurso: Por Dios, que niega mis derechos, por el Todopoderoso, que me colma de amargura, juro que mientras respire y el soplo de Dios aliente en mí, mis labios nunca mentirán, ni mi boca dirá falsedades. No pienso daros la razón, me mantendré íntegro hasta la muerte. Me aferro a mi honradez, sin soltarla, sin reprocharme ninguno de mis días. Que mi enemigo resulte culpable e injusto mi adversario en el tribunal. ¿Qué esperanza le queda al impío cuando le arrebatan la existencia, cuando Dios lo despoja de su vida? ¿Escuchará Dios sus protestas de inocencia cuando esté desbordado por la angustia, cuando suplique el favor del Todopoderoso e invoque a Dios de continuo? Os instruiré sobre el poder de Dios, sin ocultar la verdad sobre el Todopoderoso; pero si ya lo habéis comprobado, ¿a qué viene hablar inútilmente?
JOB 27:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¡Juro por Dios, por el Todopoderoso, que se niega a hacerme justicia y me llena de amargura, que mientras él me dé fuerza para respirar, jamás diré mentiras ni pronunciaré palabras falsas! Mientras yo viva, insistiré en mi inocencia; ¡no admitiré que tengáis razón al acusarme! No dejaré de insistir en mi honradez, pues no tengo nada que reprocharme. ¡Que todo aquel que se declare mi enemigo corra la suerte del malvado y del injusto! ¿Qué esperanza habrá para el impío cuando Dios le quite la vida? Cuando se encuentre en dificultades, Dios no hará caso de sus ruegos. Pues él no encuentra su alegría en el Todopoderoso ni lo invoca en ningún momento. Voy a mostraros el gran poder de Dios, los planes del Todopoderoso. Y si todos vosotros ya lo habéis visto, ¿por qué decís cosas absurdas?
JOB 27:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Job, retomando la palabra, dijo: «Juro por Dios, el Todopoderoso, quien se niega a hacerme justicia, quien me ha amargado el ánimo, que mientras haya vida en mí y aliento divino en mi nariz, mis labios no pronunciarán maldad alguna, ni mi lengua proferirá mentiras. Jamás podré admitir que tengáis la razón; mientras viva, insistiré en mi integridad. Insistiré en mi inocencia; no cederé. Mientras viva, no me remorderá la conciencia. »¡Que terminen mis enemigos como los malvados y mis adversarios como los injustos! ¿Qué esperanza tienen los impíos cuando son eliminados, cuando Dios les quita la vida? ¿Escucha Dios su clamor cuando les sobreviene la angustia? ¿Acaso se deleitan en el Todopoderoso, o claman a Dios en todo tiempo? »¡Yo os voy a mostrar algo del poder de Dios! ¡No os voy a ocultar los planes del Todopoderoso! Si vosotros mismos habéis visto todo esto, ¿a qué viene tanta palabrería?»