JOB 17:1-16
JOB 17:1-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Mi aliento se agota, se acortan mis días y me está preparado el sepulcro. No hay conmigo sino burladores; su provocación contemplan mis ojos. Sé tú, Dios, mi fiador, y sea junto a ti mi protección; porque ¿quién más querría responder por mí? Pues del corazón de estos has escondido la inteligencia y, por tanto, no los exaltarás. ¡Desfallecerán los ojos de los hijos del que por recompensa denuncia a sus amigos! Pero él me ha puesto por refrán de pueblos, y delante de ellos he sido como un tamboril. Mis ojos se han oscurecido de dolor, y todos mis pensamientos son como sombra. Los rectos se asombrarán de esto y el inocente se levantará contra el impío. A pesar de todo, proseguirá el justo su camino y el puro de manos aumentará la fuerza. ¡Volved todos vosotros! ¡Venid ahora, que no hallaré entre vosotros un solo sabio! Han pasado mis días y han sido arrancados mis pensamientos, los anhelos de mi corazón. Ellos cambian la noche en día; dicen que la luz se acerca después de las tinieblas. Por más que yo espere, el seol es mi casa, y yo haré mi cama en las tinieblas. A la podredumbre le digo: «Mi padre eres tú», y a los gusanos: «Sois mi madre y mi hermana». ¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza? ¿Alguien ve alguna esperanza en mí? A la profundidad del seol descenderán, y descansaremos juntos en el polvo.
JOB 17:1-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Me falta el aliento, mis días se extinguen, me espera la tumba. Vivo rodeado de escarnios, las provocaciones me desvelan. Conviértete tú en mi garantía, ¿quién, si no, me defenderá? Has cerrado su mente a la razón y no permitirás que salgan airosos. ¿O eres como quien invita a sus amigos, mientras sus hijos se ven necesitados? Me ha convertido en burla de la gente, mi cara es blanco de salivazos. La agonía consume mis ojos, mi cuerpo es solo una sombra. Los justos se espantan al verlo, el inocente se revuelve contra el impío. Pero el justo se mantiene en su camino, el de manos limpias redobla su energía. Venga, vosotros, seguid atacándome, que no encontraré un sabio entre vosotros. Mis días y mis planes han pasado, se van desvaneciendo mis esperanzas. ¿Pretendéis que crea que la noche es día, que hay luz cuando solo hay tinieblas? Únicamente espero habitar en el reino de los muertos, hacer mi lecho en las tinieblas, llamar al sepulcro «padre mío», «madre» y «hermana» a los gusanos. ¿Dónde está mi esperanza? ¿Alguien ha visto mi dicha? ¿Descenderán conmigo al reino de los muertos y reposaremos juntos en el polvo?
JOB 17:1-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Me estoy quedando sin aliento; mi vida se va acercando a su fin; me está esperando la tumba. Junto a mí no hay más que gente burlona; día y noche veo sus provocaciones. Pero tú, Señor, puedes responder por mí; ¿quién, sino tú, puede hacerlo? Tú, que les has entorpecido el entendimiento, no dejes que me venzan. Padecerán hambre los hijos de quienes, por una recompensa, traicionan a sus amigos. Tú has hecho que todos hablen mal de mí y que me escupan en la cara. Los ojos se me nublan de dolor; mi cuerpo es apenas una sombra. Al ver esto, los buenos se quedan asombrados, se enojan y me tienen por impío. Insisten en que ellos son justos, en que tienen limpias las manos. Pero venid aquí, todos vosotros, y no encontraré entre vosotros un solo sabio. Van pasando los días de mi vida, y mis planes y deseos se ven frustrados. Pero vosotros convertís la noche en día; ¡a pesar de la oscuridad, decís que la luz se acerca! Lo único que puedo esperar es la muerte y tenderme a dormir en las tinieblas. ¡Mi padre, mi madre y mis hermanos son los gusanos y el sepulcro! ¿Dónde ha quedado mi esperanza? ¿Dónde está mi bienestar? ¿Bajarán conmigo al reino de la muerte, para que juntos reposemos en el polvo?
JOB 17:1-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Mi ánimo se agota, mis días se acortan, la tumba me espera. Estoy rodeado de burlones; ¡sufren mis ojos su hostilidad! »Dame, oh Dios, la fianza que demandas. ¿Quién más podría responder por mí? Tú has ofuscado su pensamiento, por eso no dejarás que triunfen. Quien por una recompensa denuncia a sus amigos verá a sus hijos desfallecer. »Dios me ha puesto en boca de todos; no falta quien me escupa en la cara. Los ojos se me apagan a causa del dolor; todo mi esqueleto no es más que una sombra. Los justos ven esto, y se quedan asombrados; los inocentes se indignan contra el impío, la gente recta se aferra a su camino y los de manos limpias aumentan su fuerza. »Venid, pues, todos vosotros; ¡arremeted contra mí! No hallaré entre vosotros a un solo sabio. Mis días van pasando, mis planes se frustran junto con los anhelos de mi corazón. Esta gente convierte la noche en día; todo está oscuro, pero insisten: “La luz se acerca”. Si el único hogar que espero es el sepulcro, he de tenderme a dormir en las tinieblas; he de llamar “Padre mío” a la corrupción, y “Madre” y “Hermana” a los gusanos. ¿Dónde queda entonces mi esperanza? ¿Quién ve alguna esperanza para mí? ¿Bajaréis conmigo hasta las puertas de la muerte? ¿Descenderemos juntos hasta el polvo?»