JOB 14:7-12
JOB 14:7-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
El árbol, aunque lo corten, aún tiene la esperanza de volver a retoñar, de que no falten sus renuevos. Aunque en la tierra envejezca su raíz y muera su tronco en el polvo, al percibir el agua, reverdecerá y hará copa como una planta nueva. En cambio, el ser humano muere y desaparece. Perece el mortal, ¿y dónde estará? Como se evaporan las aguas en el mar, y el río se agota y se seca, así el ser humano yace y no vuelve a levantarse. Mientras exista el cielo, no despertará, ni se levantará de su sueño.
JOB 14:7-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Aunque un árbol sea talado, tiene esperanza de retoñar, de que no le faltarán renuevos. Aunque sean viejas sus raíces soterradas, aunque agonice su tocón en el polvo, reverdece cuando siente el agua, rebrota como una planta joven. Pero el ser humano, al morir, desaparece; cuando expira el mortal, ¿dónde está? Como agua evaporada en un lago, como río que se seca y aridece, el ser humano se acuesta y no se levanta; se desgastarán los cielos y no despertará, nadie lo espabilará de su sueño.
JOB 14:7-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando se corta un árbol, queda aún la esperanza de que retoñe y de que jamás le falten renuevos. Aunque ya esté vieja la raíz y el tronco se esté pudriendo en el suelo, al sentir la frescura del agua, reverdecerá; echará ramas como una planta tierna. En cambio, el hombre muere sin remedio, y al morir, ¿a dónde va? El agua del mar podrá evaporarse y los ríos quedarse secos; pero mientras el cielo exista, el hombre no se levantará de su tumba, no despertará de su sueño.
JOB 14:7-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Si se derriba un árbol, queda al menos la esperanza de que retoñe y de que no se marchiten sus renuevos. Tal vez sus raíces envejezcan en la tierra y su tronco muera en su terreno, pero, al sentir el agua, florecerá; echará ramas como árbol recién plantado. El hombre, en cambio, muere y pierde su fuerza; exhala el último suspiro y deja de existir. Y así como del mar desaparece el agua, y los ríos se agotan y se secan, así los mortales, cuando se acuestan, no se vuelven a levantar. Mientras exista el cielo, no se levantarán los mortales ni se despertarán de su sueño.