JOB 1:13-19
JOB 1:13-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Un día que sus hijos e hijas banqueteaban en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job con la siguiente noticia: —Mientras los bueyes estaban arando y las burras pastando a su lado, cayeron sobre ellos unos sabeos, acuchillaron a los mozos y se llevaron el ganado. Solo yo he podido escapar para contártelo. Aún no había acabado el mensajero de hablar, cuando llegó otro con la siguiente noticia: —Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido a las ovejas y a los pastores. Solo yo he podido escapar para contártelo. Aún no había acabado este de hablar, cuando llegó otro con la siguiente noticia: —Una banda de caldeos, divididos en tres grupos, ha caído sobre los camellos y se los ha llevado, después de acuchillar a los mozos. Solo yo he podido escapar para contártelo. Aún no había acabado este de hablar, cuando llegó otro con la siguiente noticia: —Estaban tus hijos y tus hijas banqueteando en casa del hermano mayor, cuando un huracán que cruzaba el desierto embistió la casa por los cuatro costados; la casa se derrumbó sobre los jóvenes y los mató. Solo yo he podido escapar para contártelo.
JOB 1:13-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Un día, aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, y vino un mensajero a Job y le dijo: —Estaban arando los bueyes y las asnas pacían cerca de ellos; de pronto, nos asaltaron los sabeos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Tan solo yo pude escapar, y he venido a darte la noticia. Aún estaba este hablando, cuando vino otro, que dijo: —Fuego de Dios cayó del cielo y quemó ovejas y pastores, y los consumió. Tan solo yo pude escapar, y he venido a darte la noticia. Aún estaba este hablando, cuando vino otro, que dijo: —Tres escuadrones de caldeos arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Tan solo yo pude escapar, y he venido a darte la noticia. Entre tanto que este hablaba, vino otro, que dijo: —Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano mayor, cuando un gran viento se levantó del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron. Tan solo yo pude escapar, y he venido a darte la noticia.
JOB 1:13-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Un día, mientras los hijos y las hijas de Job estaban celebrando un banquete en casa del hermano mayor, un hombre llegó a casa de Job y le dio esta noticia: –Mientras arábamos el campo con los bueyes, y las asnas pastaban allí cerca, llegaron de repente los sabeos, robaron el ganado y pasaron a cuchillo a los hombres. Tan solo yo pude escapar para venir a avisarte. No había terminado de hablar este hombre, cuando llegó otro y dijo: –Cayó un rayo y mató a los pastores y las ovejas. Tan solo yo pude escapar para venir a avisarte. No había terminado de hablar este hombre, cuando llegó un tercero y dijo: –Tres grupos de caldeos nos atacaron, robaron los camellos y pasaron a cuchillo a los hombres. Tan solo yo pude escapar para venir a avisarte. No había terminado de hablar este hombre, cuando llegó uno más y dijo: –Tus hijos y tus hijas estaban celebrando un banquete en la casa de tu hijo mayor, cuando de pronto se levantó un viento del desierto que sacudió la casa por los cuatro costados, derribándola sobre tus hijos. Todos ellos murieron. Tan solo yo pude escapar para venir a avisarte.
JOB 1:13-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Llegó el día en que los hijos y las hijas de Job celebraban un banquete en casa de su hermano mayor. Entonces un mensajero llegó y le dijo a Job: «Mientras los bueyes araban y los asnos pastaban por allí cerca, nos atacaron los de Sabá y se los llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. ¡Solo yo pude escapar, y ahora vengo a contártelo!» No había terminado de hablar este mensajero cuando llegó otro y dijo: «Del cielo cayó un rayo que calcinó a las ovejas y a los criados. ¡Solo yo pude escapar para venir a contártelo!» No había terminado de hablar este mensajero cuando otro más llegó y dijo: «Unos salteadores caldeos vinieron y, dividiéndose en tres grupos, se apoderaron de los camellos y se los llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. ¡Solo yo pude escapar, y ahora vengo a contártelo!» Aún no había terminado de hablar este mensajero cuando otro llegó y dijo: «Tus hijos e hijas estaban celebrando un banquete en casa del mayor de todos ellos y, de pronto, un fuerte viento del desierto dio contra la casa y derribó sus cuatro esquinas. ¡La casa cayó sobre los jóvenes, y todos murieron! ¡Solo yo pude escapar, y ahora vengo a contártelo!»