JUAN 6:60-64
JUAN 6:60-64 Reina Valera 2020 (RV2020)
Al oír esto, muchos de sus discípulos dijeron: —Dura es esta palabra. ¿Quién la puede aceptar? Jesús conocía que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho, y les dijo: —¿Esto os escandaliza? ¿Pues qué pasaría si vierais al Hijo del Hombre subir a donde antes estaba? El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para entender esto. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero existen entre vosotros algunos que no creen. Jesús decía esto porque sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién le había de entregar.
JUAN 6:60-64 La Palabra (versión española) (BLP)
Al oír esto, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: —Esta enseñanza es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla? Jesús se dio cuenta de que muchos de sus seguidores criticaban su enseñanza, y les dijo: —¿Se os hace duro aceptar esto? Pues ¿qué ocurriría si vieseis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? Es el espíritu el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Pero algunos de vosotros no creen. Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a traicionar.
JUAN 6:60-64 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Al oir todo esto, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: –Su enseñanza es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede hacerle caso? Jesús, dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó: –¿Esto os ofende? ¿Qué pasaría si vierais al Hijo del hombre subir a donde antes estaba? El espíritu es el que da vida; el cuerpo de nada aprovecha. Las cosas que yo os he dicho son espíritu y vida. Pero todavía hay algunos de vosotros que no creen. Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién el que le iba a traicionar.
JUAN 6:60-64 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?» Jesús, muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho, les reprochó: ―¿Esto os es causa de tropiezo? ¿Y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que os he hablado son espíritu y son vida. Sin embargo, hay algunos de vosotros que no creen. Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió