JUAN 4:5-10
JUAN 4:5-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
y llegó a una ciudad de esta tierra llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del viaje, se sentó junto al pozo. Era alrededor del mediodía. Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: —Dame de beber. Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le preguntó: —¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? (Porque los judíos y los samaritanos no se tratan). Respondió Jesús: —Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice «dame de beber», tú le pedirías y él te daría agua viva.
JUAN 4:5-10 La Palabra (versión española) (BLP)
llegó a un pueblo de esa región llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob dio a su hijo José. Allí se encontraba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca de mediodía. Y en esto, llega una mujer samaritana a sacar agua. Jesús le dice: —Dame de beber. Los discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. La mujer samaritana le contesta: —¡Cómo! ¿No eres tú judío? ¿Y te atreves a pedirme de beber a mí, que soy samaritana? (Es que los judíos y los samaritanos no se trataban). Jesús le responde: —Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber», serías tú la que me pedirías de beber, y yo te daría agua viva.
JUAN 4:5-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Llegó así a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob había dado en herencia a su hijo José. Allí estaba el pozo que llamaban de Jacob. Cerca del mediodía, Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Los discípulos habían ido al pueblo a comprar algo de comer. En esto una mujer de Samaria llegó al pozo a sacar agua, y Jesús le pidió: –Dame un poco de agua. Pero como los judíos no tienen trato con los samaritanos, la mujer le respondió: –¿Cómo tú, que eres judío, me pides agua a mí, que soy samaritana? Jesús le contestó: –Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva.
JUAN 4:5-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía. Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo: ―Dame un poco de agua. Pero, como los judíos no se tratan con los samaritanos, la mujer le respondió: ―¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana? ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida.