JUAN 4:34-38
JUAN 4:34-38 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jesús les dijo: —Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra. ¿No decís vosotros que aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? Pues yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están listos para la siega. Y el que siega recibe su salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se goce juntamente con el que siega. Con lo que se cumple el dicho: «Uno es el que siembra y otro es el que siega». Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis. Otros labraron y vosotros os habéis beneficiado de su labor.
JUAN 4:34-38 La Palabra (versión española) (BLP)
Jesús les explicó: —Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo sus planes. ¿No decís vosotros que todavía faltan cuatro meses para la cosecha? Pues fijaos: los sembrados están ya maduros para la recolección. El que trabaja en la recolección recibe su salario y recoge el fruto con destino a la vida eterna; de esta suerte, se alegran juntos el que siembra y el que hace la recolección. Con lo que se cumple el proverbio: «Uno es el que siembra y otro el que cosecha». Yo os envío a recolectar algo que no habéis labrado; otros trabajaron y vosotros os beneficiáis de su trabajo.
JUAN 4:34-38 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero Jesús les dijo: –Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo. Vosotros decís: ‘Todavía faltan cuatro meses para la siega’, pero yo os digo que os fijéis en los sembrados, pues ya están maduros para la siega. El que siega recibe su salario, y la cosecha que recoge es para la vida eterna, para que igualmente se alegren el que siembra y el que siega. Porque es cierto lo que dice el refrán: ‘Uno es el que siembra y otro el que siega.’ Yo os envié a segar lo que vosotros no habíais trabajado. Otros fueron los que trabajaron, y vosotros os beneficiáis de su trabajo.
JUAN 4:34-38 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—. ¿No decís vosotros: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo os digo: ¡Abrid los ojos y mirad los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. Porque, como dice el refrán: “Uno es el que siembra y otro el que cosecha”. Yo os he enviado a cosechar lo que no os costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y vosotros habéis cosechado el fruto de ese trabajo.