JUAN 4:27-35
JUAN 4:27-35 Reina Valera 2020 (RV2020)
En esto llegaron sus discípulos y se asombraron de que hablara con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó qué pretendía o de qué hablaba con ella. Por su parte, la mujer dejó allí su cántaro, fue a la ciudad y dijo a la gente: —Venid y veréis a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo? Entonces salieron de la ciudad para ir a ver a Jesús. Mientras tanto, los discípulos le rogaban: —Rabí, come. Él les dijo: —Yo tengo un alimento para comer que vosotros no conocéis. Los discípulos se decían entre sí: —¿Le habrá traído alguien comida? Jesús les dijo: —Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra. ¿No decís vosotros que aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? Pues yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están listos para la siega.
JUAN 4:27-35 La Palabra (versión española) (BLP)
En ese momento llegaron los discípulos y se sorprendieron al ver a Jesús hablando con una mujer; pero ninguno se atrevió a preguntarle qué quería de ella o de qué estaban hablando. La mujer, por su parte, dejó allí el cántaro, regresó al pueblo y dijo a la gente: —Venid a ver a un hombre que me ha adivinado todo lo que he hecho. ¿Será el Mesías? Ellos salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús. Mientras tanto, los discípulos le insistían: —Maestro, come. Pero él les dijo: —Yo me alimento de un manjar que vosotros no conocéis. Los discípulos comentaban entre sí: —¿Será que alguien le ha traído comida? Jesús les explicó: —Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo sus planes. ¿No decís vosotros que todavía faltan cuatro meses para la cosecha? Pues fijaos: los sembrados están ya maduros para la recolección.
JUAN 4:27-35 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En esto llegaron sus discípulos. Se quedaron sorprendidos al ver a Jesús hablando con una mujer, pero ninguno se atrevió a preguntarle qué quería o de qué hablaba con ella. La mujer dejó su cántaro y se fue al pueblo a decir a la gente: –Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Mesías? Entonces salieron del pueblo y fueron adonde estaba Jesús. Mientras tanto, los discípulos le rogaban: –Maestro, come algo. Pero él les dijo: –Yo tengo una comida que vosotros no sabéis. Los dicípulos comenzaron a preguntarse uno a otros: –¿Será que le han traído algo de comer? Pero Jesús les dijo: –Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo. Vosotros decís: ‘Todavía faltan cuatro meses para la siega’, pero yo os digo que os fijéis en los sembrados, pues ya están maduros para la siega.
JUAN 4:27-35 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En esto llegaron sus discípulos y se sorprendieron de verlo hablando con una mujer, aunque ninguno le preguntó: «¿Qué pretendes?» o «¿De qué hablas con ella?» La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: ―Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo? Salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús. Mientras tanto, sus discípulos le insistían: ―Rabí, come algo. ―Yo tengo un alimento que vosotros no conocéis —replicó él. «¿Le habrán traído algo de comer?», comentaban entre sí los discípulos. ―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—. ¿No decís vosotros: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo os digo: ¡Abrid los ojos y mirad los campos sembrados! Ya la cosecha está madura