JUAN 16:20-33
JUAN 16:20-33 La Palabra (versión española) (BLP)
Os aseguro que vosotros lloraréis y gemiréis, mientras que los del mundo se alegrarán; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, siente angustia, porque le ha llegado la hora; pero, cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y es enteramente feliz por haber traído un ser humano al mundo. Así también vosotros; de momento estáis tristes, pero yo volveré a veros y de nuevo os alegraréis con una alegría que nadie podrá quitaros. Cuando llegue ese día, ya no tendréis necesidad de preguntarme nada. Os aseguro que el Padre os concederá todo lo que le pidáis en mi nombre. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Hasta ahora os he hablado en lenguaje figurado; pero llega el momento en que no recurriré más a este lenguaje, sino que os hablaré del Padre en forma clara y directa. Cuando llegue ese día, vosotros mismos presentaréis vuestras súplicas al Padre en mi nombre. Y no seré yo quien interceda ante el Padre por vosotros, pues el mismo Padre os ama porque vosotros me amáis a mí y habéis creído que yo he venido de Dios. Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo para volver al Padre. Los discípulos le dijeron: —Cierto, ahora nos hablas claramente y no en lenguaje figurado. Ahora estamos seguros de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has venido de Dios. Jesús les contestó: —¿Ahora creéis? Pues mirad, se acerca el momento, mejor dicho, ha llegado ya, en que cada uno de vosotros se dispersará por su lado y me dejaréis solo. Aunque yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho todo esto para que, unidos a mí, encontréis paz. En el mundo tendréis sufrimientos; pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo.
JUAN 16:20-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ciertamente os aseguro que lloraréis de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Os pondréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer que está a punto de dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. Lo mismo os pasa a vosotros: ahora estáis tristes, pero cuando vuelva a veros os alegraréis, y nadie os va a quitar esa alegría. En aquel día ya no me preguntaréis nada. Ciertamente os aseguro que mi Padre os dará todo lo que le pidáis en mi nombre. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. »Os he dicho todo esto por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no os hablaré así, sino que os hablaré claramente acerca de mi Padre. En aquel día pediréis en mi nombre. Y no digo que voy a rogar por vosotros al Padre, ya que el Padre mismo os ama porque me habéis amado y habéis creído que yo he venido de parte de Dios. Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre». ―Ahora sí estás hablando directamente, sin vueltas ni rodeos —le dijeron sus discípulos—. Ya podemos ver que sabes todas las cosas, y que ni siquiera necesitas que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que saliste de Dios. ―¿Ahora me creéis? —contestó Jesús—. Mirad que la hora viene, y ya está aquí, en que seréis dispersados, y cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejaréis solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo. Yo os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En este mundo tendréis aflicciones, pero ¡tened ánimo! Yo he vencido al mundo.
JUAN 16:20-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
Os aseguro que vosotros lloraréis y lamentaréis y, en cambio, el mundo se alegrará. Aunque estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer cuando da a luz tiene dolor porque ha llegado su hora; pero, cuando el niño ha nacido, ni se acuerda del sufrimiento pasado, por la alegría de haber traído un ser humano al mundo. Vosotros ahora también sentís tristeza, pero os volveré a ver y de nuevo y se alegrará vuestro corazón con una alegría que nadie podrá quitaros. Cuando llegue ese día ya no me preguntaréis nada. Os aseguro que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de estas cosas por medio de alegorías, pero llega el momento en que dejaré de hablaros de este modo y os hablaré con toda claridad del Padre. Ese día pediréis en mi nombre y no seré yo quien interceda ante el Padre por vosotros, pues el Padre mismo os ama porque me habéis amado y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo y regreso al Padre. Le dijeron sus discípulos: —Ahora hablas claramente, sin alegorías. Y ya estamos seguros de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios. Jesús les respondió: —¿Ahora creéis? Se acerca el momento, mejor dicho, ha llegado ya, en que os dispersaréis cada uno por su lado y me dejaréis solo. Mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad: yo he vencido al mundo.
JUAN 16:20-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Os aseguro que vosotros lloraréis y estaréis tristes, mientras que la gente del mundo se alegrará. Sin embargo, aunque estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero cuando ya ha nacido la criatura, la madre se olvida del dolor a causa de la alegría de que un niño haya venido al mundo. Así también, vosotros os angustiáis ahora, pero yo volveré a veros y entonces vuestro corazón se llenará de alegría, de una alegría que nadie os podrá quitar. “Aquel día ya no me preguntaréis nada. Os aseguro que el Padre os dará todo lo que le pidáis en mi nombre. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. “Os he dicho estas cosas por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no usaré comparaciones, sino que os hablaré claramente acerca del Padre. Aquel día le pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré por vosotros al Padre, porque el Padre mismo os ama. Os ama porque vosotros me amáis a mí y habéis creído que he venido de Dios. Salí del Padre para venir a este mundo, y ahora dejo el mundo para volver al Padre.” Entonces dijeron sus discípulos: –Ahora estás hablando con claridad, sin usar comparaciones. Ahora vemos que sabes todas las cosas y que no es necesario que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que has venido de Dios. Jesús les contestó: –¿Así que ahora creéis? Pues llega la hora, y ya es ahora mismo, cuando os dispersaréis cada uno por su lado, y me dejaréis solo. Aunque no estoy solo, puesto que el Padre está conmigo. Os digo todo esto para que encontréis paz en vuestra unión conmigo. En el mundo habréis de sufrir, pero tened valor, yo he vencido al mundo.