JUAN 16:20-22
JUAN 16:20-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Os aseguro que vosotros lloraréis y lamentaréis y, en cambio, el mundo se alegrará. Aunque estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer cuando da a luz tiene dolor porque ha llegado su hora; pero, cuando el niño ha nacido, ni se acuerda del sufrimiento pasado, por la alegría de haber traído un ser humano al mundo. Vosotros ahora también sentís tristeza, pero os volveré a ver y de nuevo y se alegrará vuestro corazón con una alegría que nadie podrá quitaros.
JUAN 16:20-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Os aseguro que vosotros lloraréis y gemiréis, mientras que los del mundo se alegrarán; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, siente angustia, porque le ha llegado la hora; pero, cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y es enteramente feliz por haber traído un ser humano al mundo. Así también vosotros; de momento estáis tristes, pero yo volveré a veros y de nuevo os alegraréis con una alegría que nadie podrá quitaros.
JUAN 16:20-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Os aseguro que vosotros lloraréis y estaréis tristes, mientras que la gente del mundo se alegrará. Sin embargo, aunque estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero cuando ya ha nacido la criatura, la madre se olvida del dolor a causa de la alegría de que un niño haya venido al mundo. Así también, vosotros os angustiáis ahora, pero yo volveré a veros y entonces vuestro corazón se llenará de alegría, de una alegría que nadie os podrá quitar.
JUAN 16:20-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ciertamente os aseguro que lloraréis de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Os pondréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer que está a punto de dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. Lo mismo os pasa a vosotros: ahora estáis tristes, pero cuando vuelva a veros os alegraréis, y nadie os va a quitar esa alegría.