JUAN 15:4-7
JUAN 15:4-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Permaneced en mí y yo en vosotros. El pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid. Del mismo modo ocurre con vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros, los pámpanos. El que permanece en mí y yo en él lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece será echado fuera como mal pámpano y se secará. Luego se recogen, se arrojan al fuego y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y se os concederá.
JUAN 15:4-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Permaneced en mí, y yo permaneceré en vosotros. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco vosotros podéis dar fruto si no permanecéis en mí. »Yo soy la vid y vosotros las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no podéis hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y se os concederá.
JUAN 15:4-7 La Palabra (versión española) (BLP)
Permaneced unidos a mí, como yo lo estoy a vosotros. Ningún sarmiento puede producir fruto por sí mismo sin estar unido a la vid; lo mismo os ocurrirá a vosotros si no permanecéis unidos a mí. Yo soy la vid; vosotros, los sarmientos. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. El que no permanece unido a mí, es arrojado fuera, como se hace con el sarmiento improductivo que se seca; luego, estos sarmientos se amontonan y son arrojados al fuego para que ardan. Si permanecéis unidos a mí y mi mensaje permanece en vosotros, pedid lo que queráis y lo obtendréis.
JUAN 15:4-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Seguid unidos a mí como yo sigo unido a vosotros. Un sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no está unido a la vid. De igual manera, vosotros no podéis dar fruto si no permanecéis unidos a mí. “Yo soy la vid y vosotros sois los sarmientos. El que permanece unido a mí y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí nada podéis hacer. El que no permanece unido a mí será echado fuera, y se secará como los sarmientos que se recogen y se queman en el fuego. “Si permanecéis unidos a mí, y si sois fieles a mis enseñanzas, pedid lo que queráis y se os dará.