JUAN 12:27-30
JUAN 12:27-30 La Palabra (versión española) (BLP)
Me encuentro ahora profundamente turbado; pero ¿acaso pediré al Padre que me libre de este trance? ¡Si precisamente he venido para vivir esta hora! Padre, glorifica tu nombre. Entonces se oyó una voz venida del cielo: —Ya lo he glorificado y volveré a glorificarlo. De la multitud que estaba allí presente y que oyó la voz, unos pensaban que había sido un trueno, y otros, que le había hablado un ángel. Jesús aclaró: —Esa voz no hablaba para mí, sino para que la oyerais vosotros.
JUAN 12:27-30 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ahora está turbada mi alma. ¿Voy a decir: Padre, sálvame de esta tribulación? Pero si precisamente he venido para vivir esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: —Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez. La multitud que estaba allí, y que oyó la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. Respondió Jesús: —Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros.
JUAN 12:27-30 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Siento en este momento una angustia terrible, pero ¿qué voy a decir? ¿Diré: ‘Padre, líbrame de esta angustia’? ¡Pero si precisamente para esto he venido! ¡Padre, glorifica tu nombre!” Entonces vino una voz del cielo, que decía: “¡Ya lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez!” Al oir esto, la gente que estaba allí decía que había sido un trueno, aunque algunos afirmaban: –Un ángel le ha hablado. Jesús les dijo: –No ha sido por mí por quien se ha oído esta voz, sino por vosotros.
JUAN 12:27-30 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Ahora todo mi ser está angustiado, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido! ¡Padre, glorifica tu nombre!» Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya lo he glorificado, y volveré a glorificarlo». La multitud que estaba allí, y que oyó la voz, decía que había sido un trueno; otros decían que un ángel le había hablado. ―Esa voz no vino por mí, sino por vosotros —dijo Jesús—.