JUAN 11:1-7
JUAN 11:1-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Un hombre llamado Lázaro estaba enfermo. Era de Betania, la aldea de María y de Marta, sus hermanas. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos). Las hermanas de Lázaro enviaron este mensaje a Jesús: —Señor, el que amas está enfermo. Jesús, al oírlo, dijo: —Esta enfermedad no es de muerte, sino que tiene como finalidad manifestar la gloria de Dios; por medio de ella resplandecerá la gloria del Hijo de Dios. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Sin embargo, a pesar de haberse enterado de que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Pasado este tiempo, dijo a los discípulos: —Vamos otra vez a Judea.
JUAN 11:1-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Un hombre llamado Lázaro había caído enfermo. Era natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. Esta María, hermana de Lázaro, fue la que derramó perfume sobre los pies del Señor y los secó con sus cabellos. Así que las dos hermanas enviaron a decir a Jesús: –Señor, tu amigo está enfermo. Jesús dijo al oirlo: –Esta enfermedad no va a terminar en muerte, sino que ha de servir para mostrar la gloria de Dios y también la gloria del Hijo de Dios. Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro; sin embargo, cuando le dijeron que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde se encontraba. Después dijo a sus discípulos: –Vamos otra vez a Judea.
JUAN 11:1-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Había un hombre enfermo llamado Lázaro, que era de Betania, el pueblo de María y Marta, sus hermanas. María era la misma que ungió con perfume al Señor y le secó los pies con sus cabellos. Las dos hermanas mandaron a decirle a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo». Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más donde se encontraba. Después dijo a sus discípulos: ―Volvamos a Judea.
JUAN 11:1-7 La Palabra (versión española) (BLP)
Un hombre llamado Lázaro había caído enfermo. Era natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. (María, hermana de Lázaro, el enfermo, era la misma que derramó perfume sobre los pies del Señor y se los secó con sus cabellos.) Las hermanas de Lázaro mandaron a Jesús este recado: —Señor, tu amigo está enfermo. Jesús, al enterarse, dijo: —Esta enfermedad no terminará en la muerte, sino que tiene como finalidad manifestar la gloria de Dios; por medio de ella resplandecerá la gloria del Hijo de Dios. Jesús tenía una gran amistad con Marta, con su hermana María y con Lázaro. Sin embargo, a pesar de haberse enterado de que Lázaro estaba enfermo, continuó en aquel lugar otro par de días. Pasado este tiempo, dijo a sus discípulos: —Vamos otra vez a Judea.