JUAN 10:30-33
JUAN 10:30-33 La Palabra (versión española) (BLP)
El Padre y yo somos uno. Intentaron otra vez los judíos apedrear a Jesús. Pero él les dijo: —Muchas obras buenas he hecho ante vosotros en virtud del poder de mi Padre; ¿por cuál de ellas queréis apedrearme? Le contestaron: —No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por haber blasfemado, ya que tú, siendo un hombre como los demás, pretendes hacerte pasar por Dios.
JUAN 10:30-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Padre y yo uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: —Os he mostrado muchas buenas obras por encargo de mi Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos: —No te apedreamos por ninguna buena obra, sino por blasfemia: siendo hombre te haces Dios.
JUAN 10:30-33 La Palabra (versión española) (BLP)
El Padre y yo somos uno. Intentaron otra vez los judíos apedrear a Jesús. Pero él les dijo: —Muchas obras buenas he hecho ante vosotros en virtud del poder de mi Padre; ¿por cuál de ellas queréis apedrearme? Le contestaron: —No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por haber blasfemado, ya que tú, siendo un hombre como los demás, pretendes hacerte pasar por Dios.
JUAN 10:30-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Padre y yo somos uno solo. Los judíos volvieron a coger piedras para tirárselas, pero Jesús les dijo: –Por el poder de mi Padre he hecho muchas cosas buenas delante de vosotros: ¿por cuál de ellas me vais a apedrear? Los judíos le contestaron: –No vamos a apedrearte por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra Dios. Tú, que no eres más que un hombre, te haces Dios a ti mismo.
JUAN 10:30-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El Padre y yo somos uno. Una vez más, los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús les dijo: ―Os he mostrado muchas obras irreprochables que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me queréis apedrear? ―No te apedreamos por ninguna de ellas, sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces pasar por Dios.