JUAN 10:1-5
JUAN 10:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Os aseguro que quien no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, es un ladrón y un salteador. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre y las ovejas oyen su voz. Las llama por su nombre y las hace salir del redil. Una vez fuera, se coloca delante de sus ovejas y le siguen, porque conocen su voz. Pero no seguirán al extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
JUAN 10:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Ciertamente os aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil. Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas».
JUAN 10:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Os aseguro que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino por cualquier otra parte, es un ladrón y un salteador. El pastor de las ovejas entra por la puerta. A este, el guarda le abre la puerta y las ovejas reconocen su voz; él las llama por su propio nombre y las hace salir fuera del aprisco. Cuando ya han salido todas, camina delante de ellas y las ovejas siguen sus pasos, pues lo reconocen por la voz. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida.
JUAN 10:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Jesús añadió: “Os aseguro que el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que se mete por otro lado, es ladrón y salteador. El que entra por la puerta, ese es el pastor que cuida las ovejas. El guarda le abre la puerta, y el pastor llama a cada oveja por su nombre y las ovejas reconocen su voz. Él las saca del redil, y cuando ya han salido todas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen porque reconocen su voz. En cambio no siguen a un extraño, sino que huyen de él porque no conocen la voz de los extraños.”