JEREMÍAS 49:1-6
JEREMÍAS 49:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Acerca de los hijos de Amón. Así ha dicho el Señor: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué Milcom ha hecho de Gad su heredad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades? Por tanto, vienen días, dice el Señor, en que haré oír el grito de guerra en Rabá de los hijos de Amón. Será convertida en un montón de ruinas, sus ciudades serán incendiadas e Israel tomará por heredad a quienes los tomaron a ellos. Esto dice el Señor. ¡Laméntate, Hesbón, porque Hai ha sido destruida! ¡Gritad, hijas de Rabá, vestíos de ropas ásperas, haced lamentación y rodead los vallados!, porque Milcom fue llevado en cautiverio juntamente con sus sacerdotes y sus príncipes. ¿Por qué te glorías de los valles?, de tu fértil valle, tú, hija rebelde, que confías en tus tesoros y dices: «¿Quién vendrá contra mí?». Yo soy quien trae el miedo sobre ti, dice el Señor de los ejércitos, desde todos tus alrededores. Seréis lanzados cada uno de vosotros hacia adelante, con violencia, y no habrá quien acoja a los fugitivos. Después de esto, haré volver a los cautivos de los hijos de Amón, dice el Señor.
JEREMÍAS 49:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Respecto a la gente de Amón, así dice el Señor: ¿No tiene hijos Israel, ni nadie que le herede? ¿Por qué entonces el dios Milcón se ha apoderado de Gad y su pueblo habita en sus poblados? Por eso, llegan días —oráculo del Señor— en que haré resonar por Rabat Amón el alarido que anuncia la guerra. Se convertirá en montón de ruinas, sus ciudades serán incendiadas, e Israel heredará a su heredero. Gime, Jesbón, pues Ay ha sido devastada; gritad, ciudades del distrito de Rabat; ceñíos de sayal, haced duelo de arriba abajo entre las cercas, pues Milcón saldrá para el destierro, y con él sus sacerdotes y dignatarios. ¿De qué te glorías, ciudad rebelde? ¿Acaso de tus fértiles valles? ¿Confías acaso en tus tesoros? Tú decías: «¿Quién me va a atacar?». Pues haré que sientas terror de todos los pueblos que te rodean —oráculo de Dios, Señor del universo—: cada cual huirá por su lado, nadie reunirá a los fugitivos. Pero después cambiaré la suerte de Amón —oráculo del Señor.
JEREMÍAS 49:1-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Profecía contra los amonitas: “¿Dónde están los hijos de Israel? ¿Dónde están sus herederos? ¿Por qué el dios Milcom es ahora dueño de Gad? ¿Por qué los amonitas habitan en sus ciudades? “Pues bien, yo, el Señor, afirmo: Va a llegar el día en que haré que la ciudad amonita de Rabá escuche el grito de guerra; se convertirá en un montón de ruinas y sus poblaciones arderán en llamas. Entonces Israel reconquistará sus ciudades. Yo, el Señor, lo afirmo. “¡Gime, Hesbón, pues Ai ha sido destruida! ¡Haced lamentación, mujeres de Rabá! ¡Vestíos de luto, golpead vuestro pecho! ¡Corred como locas, herid vuestro cuerpo! Porque el dios Milcom va al destierro, con sus sacerdotes y gente importante. ¿Por qué te jactas de tu fuerza? Tu fuerza ya se acaba, pueblo rebelde, que confías en las riquezas que has juntado y dices: ‘¿Quién me atacará?’ Pues bien, de todas partes voy a enviar terror sobre ti. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo. Cada uno de vosotros saldrá corriendo por su lado y no habrá nadie que os vuelva a reunir. Pero después cambiaré la suerte de los amonitas. Yo, el Señor, lo afirmo.”
JEREMÍAS 49:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así dice el SEÑOR acerca de los amonitas: «¿Acaso Israel no tiene hijos? ¿Acaso no tiene herederos? ¿Por qué el dios Moloc ha heredado Gad, y su pueblo vive en sus ciudades? Vienen días —afirma el SEÑOR— en que yo haré resonar el grito de guerra contra Rabá de los amonitas; y se convertirá en un montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces Israel despojará de todo a los que de todo la despojaron —afirma el SEÑOR—. »¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida! ¡Gritad, hijas de Rabá! ¡Vestíos de luto, y haced lamentación; corred de un lado a otro, dentro de los muros!, porque Moloc se marcha al destierro, junto con sus sacerdotes y oficiales. ¿Por qué te jactas de tus valles, de tus fértiles valles, hija rebelde, que confías en tus tesoros y dices: “¿Quién me atacará?”? Voy a hacer que te acose el terror por todas partes —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. Todos seréis expulsados, cada uno por su lado, y nadie reunirá a los fugitivos. »Pero, después de esto, cambiaré la suerte de los amonitas», afirma el SEÑOR.