JEREMÍAS 20:7-9
JEREMÍAS 20:7-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Me sedujiste, Señor, y quedé seducido; me agarraste con fuerza y me sometiste. Yo era objeto de mofa todo el día, todo el mundo se burlaba de mí. Cuando hablo, tengo que gritar anunciando violencia y destrucción; la palabra del Señor me servía de insulto y burla todo el día. Me decía: No me acordaré más de él, no hablaré más en su nombre. Pero algo ardía en mi corazón como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos, que trataba inútilmente de apagar.
JEREMÍAS 20:7-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Señor, tú me engañaste, y yo me dejé engañar; eras más fuerte, y me venciste. A todas horas soy motivo de risa; todos se burlan de mí. Siempre que hablo es para anunciar violencia y destrucción; continuamente me insultan y me hacen burla porque anuncio tu palabra. Si digo: “No pensaré más en el Señor; no volveré a hablar en su nombre”, entonces tu palabra en mi interior se convierte en un fuego que devora, que me penetra hasta los huesos. Trato de contenerla, pero no puedo.
JEREMÍAS 20:7-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Me sedujiste, SEÑOR, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. Todo el mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo. Cada vez que hablo, es para gritar: «¡Violencia! ¡Violencia!» Por eso la palabra del SEÑOR no deja de ser para mí un oprobio y una burla. Si digo: «No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre», entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más.