JEREMÍAS 1:4-9
JEREMÍAS 1:4-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Me llegó la palabra del Señor en estos términos: —Antes de formarte yo en el vientre, ya te conocía; antes de que salieras de las entrañas maternas, te consagré profeta y te destiné a las naciones. Respondí: —Ay, Señor mi Dios. ¡Pero si no sé ni hablar; soy muy joven! Me contestó el Señor: —No digas que eres joven. Irás a todos los sitios adonde yo te envíe y dirás todo lo que te ordene. No les tengas miedo, pues estoy contigo para defenderte —oráculo del Señor. El Señor alargó su brazo, me tocó en la boca y me dijo: —He puesto mis palabras en tu boca.
JEREMÍAS 1:4-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes que nacieras, ya te había apartado y te había destinado a ser profeta de las naciones.” Yo contesté: “¡Ay, Señor! ¡Yo soy muy joven y no sé hablar!” Pero el Señor me dijo: “No digas que eres muy joven. Tú irás a donde yo te mande y dirás lo que yo te ordene. No tengas miedo de nadie, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Entonces el Señor extendió la mano, me tocó los labios y me dijo
JEREMÍAS 1:4-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Vino, pues, palabra del Señor a mí: —Antes de que te formara en el vientre, te conocí, antes de que nacieras, te santifiqué y te di por profeta a las naciones. Yo dije: —¡Ah, ah, Señor mi Dios! ¡Yo no sé hablar, porque soy un muchacho! Me dijo el Señor: —No digas: «Soy un muchacho», porque a todo lo que te envíe irás, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice el Señor. Extendió el Señor su mano, tocó mi boca y me dijo
JEREMÍAS 1:4-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La palabra del SEÑOR vino a mí: «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones». Yo le respondí: «¡Ah, SEÑOR mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!» Pero el SEÑOR me dijo: «No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte». Lo afirma el SEÑOR. Luego extendió el SEÑOR la mano y, tocándome la boca, me dijo: «He puesto en tu boca mis palabras.