JEREMÍAS 1:11-19
JEREMÍAS 1:11-19 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor me dirigió la palabra en estos términos: —¿Qué ves, Jeremías? Respondí: —Veo una rama de almendro. Añadió el Señor: —Has visto bien. Pues yo también vigilo para que se cumpla mi palabra. Por segunda vez me dirigió el Señor su palabra en estos términos: —¿Qué ves? Respondí: —Veo un caldero hirviendo, con sus bordes inclinados del lado del norte. El Señor me dijo: —El desastre se precipitará desde el norte sobre todos los habitantes del país, pues pienso citar a todos los clanes y reinos del norte —oráculo del Señor. Vendrán y pondrán su sitial a la entrada de las puertas de Jerusalén, en torno a todas sus murallas y en todas las ciudades de Judá. Expondré mis cargos contra ellos, por el mal que hicieron olvidándome, quemando incienso a otros dioses, adorando a las obras de sus manos. Y tú, disponte a pelear, puesto en pie les dirás todo lo que yo te ordene. Y no les tengas miedo, o seré yo el que te intimide. Mira, te he convertido desde hoy en plaza fuerte, serás columna de hierro, igual que muro de bronce, enfrentado a todo el país: a los reyes y príncipes de Judá, sacerdotes y pueblo de la tierra. Te atacarán, pero no te vencerán, pues estoy contigo para ayudarte —oráculo del Señor.
JEREMÍAS 1:11-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Jeremías, ¿qué ves?” “Veo una rama de almendro”, contesté. “Tienes razón –me dijo el Señor–. En efecto, voy a estar atento a que mis palabras se cumplan.” El Señor se dirigió a mí por segunda vez: “¿Qué ves?”, me preguntó. “Veo una olla hirviendo, a punto de derramarse desde el norte”, contesté. Entonces el Señor me dijo: “Desde el norte va a derramarse la calamidad sobre todos los habitantes de este país. Yo, el Señor, aseguro que voy a llamar a todos los reinos del norte. Vendrán sus reyes y pondrán sus tronos a la entrada misma de Jerusalén, frente a todas las murallas que la rodean y frente a todas las ciudades de Judá. Este es el castigo que voy a decretar contra esos pecadores que me abandonaron, que quemaron incienso y adoraron a dioses extranjeros que ellos mismos se hicieron. Y tú, ármate de valor; ve y diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque de otra manera te haré temblar delante de ellos. Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, a sus jefes y sacerdotes y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán, porque yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.”
JEREMÍAS 1:11-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo: «¿Qué es lo que ves, Jeremías?» «Veo una rama de almendro», respondí. «Has visto bien —dijo el SEÑOR—, porque yo estoy alerta para que se cumpla mi palabra». La palabra del SEÑOR vino a mí por segunda vez, y me dijo: «¿Qué es lo que ves?» «Veo una olla que hierve y se vierte desde el norte», respondí. Entonces el SEÑOR me dijo: «Desde el norte se derramará la calamidad sobre todos los habitantes del país. Porque voy a convocar a todas las tribus de los reinos del norte —afirma el SEÑOR—. »Vendrán, y cada uno pondrá su trono a la entrada misma de Jerusalén; vendrán contra todos los muros que la rodean, y contra todas las ciudades de Judá. Yo dictaré sentencia contra mi pueblo, por toda su maldad, porque me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses, y han adorado las obras de sus manos. »Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No temas ante ellos, pues de lo contrario yo haré que sí los temas. Hoy te he puesto como ciudad fortificada, como columna de hierro y muro de bronce, contra todo el país, contra los reyes de Judá, contra sus autoridades y sus sacerdotes, y contra la gente del país. Pelearán contra ti, pero no podrán vencerte, porque yo estoy contigo para librarte», afirma el SEÑOR.