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JUECES 10:6-18

JUECES 10:6-18 Reina Valera 2020 (RV2020)

Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos. Abandonaron al Señor y no le sirvieron. Se encendió entonces la ira del Señor contra Israel, y los entregó en manos de los filisteos y de los hijos de Amón, los cuales oprimieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo durante dieciocho años, a todos los hijos de Israel que vivían en Galaad, al otro lado del Jordán, en tierra del amorreo. Los hijos de Amón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín, y sufrió Israel gran aflicción. Entonces los hijos de Israel clamaron al Señor: —Nosotros hemos pecado contra ti, porque hemos dejado a nuestro Dios y servido a los baales. El Señor respondió a los hijos de Israel: —¿No habéis sido oprimidos por los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos, los de Sidón, los de Amalec y los de Maón? Y cuando clamasteis a mí, ¿no os libré de sus manos? Pero vosotros me habéis dejado y habéis servido a dioses ajenos; por tanto, yo no os libraré más. Andad y clamad a los dioses que habéis elegido; que ellos os libren en el tiempo de vuestra aflicción. Los hijos de Israel respondieron al Señor: —Hemos pecado; haz con nosotros como bien te parezca. Solo te rogamos que nos libres en este día. Quitaron, pues, de en medio de ellos los dioses ajenos y sirvieron al Señor. Y él se angustió a causa de la aflicción de Israel. Entonces se juntaron los hijos de Amón y acamparon en Galaad; se juntaron asimismo los hijos de Israel y acamparon en Mizpa. Y los jefes y el pueblo de Galaad se dijeron unos a otros: —¿Quién comenzará la batalla contra los hijos de Amón? El que lo haga será el caudillo de todos los que habitan en Galaad.

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JUECES 10:6-18 La Palabra (versión española) (BLP)

Los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Señor: rindieron culto a los Baales y a las Astartés, a los dioses de Aram y Sidón, a los dioses de Moab, a los de los amonitas y a los de los filisteos. Abandonaron al Señor y ya no le rendían culto. Entonces se encolerizó el Señor contra los israelitas y los dejó a merced de los filisteos y de los amonitas. Estos molestaron y oprimieron durante dieciocho años a todos los israelitas que vivían en Transjordania, en el país amorreo de Galaad. Los amonitas cruzaron el Jordán para atacar también a Judá, a Benjamín y a los de Efraín; e Israel pasó por un grave aprieto. Los israelitas suplicaron al Señor diciendo: —Hemos pecado contra ti, Señor, al abandonarte a ti, nuestro Dios, para rendir culto a los Baales. Y el Señor respondió a los israelitas: —Cuando los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos, los sidonios, Amalec y Madián os oprimían y me suplicasteis, ¿no os libré de ellos? Sin embargo, vosotros me habéis abandonado para rendir culto a otros dioses. Por eso no he de salvaros ya más. Id y suplicad a los dioses que habéis elegido: que os salven ellos en la hora de vuestra angustia. Los israelitas respondieron al Señor: —Hemos pecado. Haz con nosotros lo que te plazca; pero, por favor, hoy sálvanos. Quitaron de en medio los dioses extranjeros y dieron culto al Señor que ya no pudo soportar más la aflicción de Israel. Los amonitas se concentraron y vinieron a acampar en Galaad. Los israelitas se reunieron y acamparon en Mispá. La gente se decía: —¿Quién será el primero que ataque a los amonitas? El que lo haga, será el caudillo de todos los habitantes de Galaad.

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JUECES 10:6-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Pero los israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, y adoraron a las diferentes representaciones de Baal y de Astarté, lo mismo que a los dioses de Siria, de Sidón, de Moab, de Amón y de los filisteos. Abandonaron al Señor y dejaron de rendirle culto. Por eso el Señor se enfureció contra ellos y los entregó al poder de los filisteos y de los amonitas. Desde entonces, y durante dieciocho años, los filisteos y los amonitas oprimieron cruelmente a todos los israelitas que vivían en Galaad, al otro lado del Jordán, en territorio amorreo. Los amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra las tribus de Judá, Benjamín y Efraín, y los israelitas se vieron en muy grave apuro. Entonces pidieron ayuda al Señor, diciendo: “Dios nuestro, hemos pecado contra ti, pues te hemos abandonado para adorar a falsos dioses.” El Señor les contestó: “Vosotros fuisteis oprimidos por los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos, los sidonios, los amalecitas y los madianitas; y cuando clamasteis a mí, yo os salvé. A pesar de eso me habéis abandonado para ir a adorar a otros dioses; así que no volveré a salvaros. ¡Id a pedir ayuda a los dioses que os habéis escogido! ¡Que ellos os salven cuando estéis en apuros!” Entonces los israelitas respondieron al Señor: “Hemos pecado. Haz con nosotros lo que mejor te parezca, pero, ¡por favor, sálvanos ahora!” Y los israelitas se deshicieron de los dioses extranjeros para volver a adorar al Señor, y el Señor ya no pudo soportar que los israelitas siguieran sufriendo. Los amonitas se reunieron y acamparon en Galaad. Los israelitas, por su parte, se reunieron y acamparon en Mispá. Los israelitas que vivían en Galaad, y sus jefes, acordaron entre sí que el que dirigiera la batalla contra los amonitas sería caudillo de todos los habitantes de Galaad.

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JUECES 10:6-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Una vez más, los israelitas hicieron lo que ofende al SEÑOR. Adoraron a los ídolos de Baal y a las imágenes de Astarté; a los dioses de Aram, Sidón y Moab, y a los de los amonitas y los filisteos. Y, como los israelitas abandonaron al SEÑOR y no le sirvieron más, él se enfureció contra ellos. Los vendió a los filisteos y a los amonitas, los cuales, desde entonces y durante dieciocho años, destrozaron y agobiaron a todos los israelitas que vivían en Galaad, un territorio amorreo, al otro lado del Jordán. También los amonitas cruzaron el Jordán para luchar contra las tribus de Judá, Benjamín y Efraín, por lo que Israel se encontró en una situación de extrema angustia. Entonces los israelitas clamaron al SEÑOR: ―¡Hemos pecado contra ti, al abandonar a nuestro Dios y adorar a los ídolos de Baal! El SEÑOR respondió: ―Cuando los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos, los sidonios, los amalecitas y los madianitas os oprimían y vosotros clamasteis a mí para que os ayudara, ¿acaso no os libré de su dominio? Pero vosotros me habéis abandonado y habéis servido a otros dioses; por lo tanto, no os volveré a salvar. Id y clamad a los dioses que habéis escogido. ¡Que ellos os libren en tiempo de angustia! Pero los israelitas le contestaron al SEÑOR: ―Hemos pecado. Haz con nosotros lo que mejor te parezca, pero te rogamos que nos salves en este día. Entonces se deshicieron de los dioses extranjeros que había entre ellos y sirvieron al SEÑOR. Y el SEÑOR no pudo soportar más el sufrimiento de Israel. Cuando los amonitas fueron convocados y acamparon en Galaad, los israelitas se reunieron y acamparon en Mizpa. Los jefes y el pueblo de Galaad se dijeron el uno al otro: «El que inicie el ataque contra los amonitas será el caudillo de todos los que viven en Galaad».

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