ISAÍAS 8:16-22
ISAÍAS 8:16-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Guardo esta advertencia, pongo sello a esta instrucción para mis discípulos. Seguiré esperando en el Señor; aunque oculte su rostro a la casa de Jacob, en él seguiré esperando. Yo y los hijos que me dio el Señor seremos signo y presagio en Israel; es cosa del Señor del universo, que habita en el monte Sion. Ya veréis como os dicen: «Consultad a los espíritus, a los adivinos que susurran y musitan. ¿No tiene un pueblo que evocar a los muertos en favor de los vivos, en busca de advertencia e instrucción?». Seguro que así os hablará quien carece de poder para evocar. Andará por el país abatido y hambriento, y a causa de su rabia y de su hambruna maldecirá a su rey y a su Dios. Volverá su cara hacia arriba, mirará después a la tierra: verá persecución y tiniebla, verá oscuridad angustiosa, noche cerrada sin luz.
ISAÍAS 8:16-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Guarda bien el testimonio; sella la ley entre mis discípulos. El SEÑOR ha escondido su rostro del pueblo de Jacob, pero yo esperaré en él, pues en él tengo puesta mi esperanza. Aquí me tenéis, con los hijos que el SEÑOR me ha dado. Somos en Israel señales y presagios del SEÑOR Todopoderoso, que habita en el monte Sión. Si alguien os dice: «Consultad a las pitonisas y a los agoreros que susurran y musitan; ¿acaso no es deber de un pueblo consultar a sus dioses y a los muertos, en favor de los vivos?», yo os digo: «¡Ateneos a la ley y al testimonio!» Para quienes no se atengan a esto, no habrá un amanecer. Vosotros os enfureceréis cuando, angustiados y hambrientos, vaguéis por la tierra. Levantando los ojos al cielo, maldeciréis a vuestro rey y a vuestro Dios, y, clavando la mirada en la tierra, solo veréis aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡seréis arrojados a una oscuridad total!
ISAÍAS 8:16-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ata el testimonio, sella la instrucción entre mis discípulos. Esperaré, pues, al Señor, el cual ha escondido su rostro de la casa de Jacob. En él confiaré. He aquí que yo y los hijos que me ha dado el Señor somos señales y presagios en Israel, de parte del Señor de los ejércitos, que mora en el monte de Sion. Si os dicen: «Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran cuando hablan», responded: «¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?». ¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que, a causa del hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, mientras levantan el rostro con altivez. Y mirarán a la tierra, y verán tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y quedarán sumidos en las tinieblas.
ISAÍAS 8:16-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Guardad bien este mensaje; mantened ocultas estas instrucciones, estas enseñanzas mías. Aunque el Señor se oculta del pueblo de Jacob, yo confío en él. En él he puesto mi esperanza. Yo y los hijos que me dio el Señor somos señales milagrosas para Israel, puestas por el Señor todopoderoso que vive en el monte Sión. Sin duda la gente os dirá: “Consultad a los espíritus de los muertos y a esos adivinos que cuchichean y susurran. ¿Acaso no debe un pueblo consultar a sus dioses, y pedir consejo a los muertos acerca de los vivos para recibir una instrucción o un mensaje?” Sin duda que hablarán así, pero lo que dicen es una tontería. La gente irá de un lado a otro, oprimida y con hambre, y a causa del hambre se pondrán furiosos. Maldecirán a su rey y a sus dioses. Volverán la cara hacia arriba y después mirarán al suelo, y no encontrarán más que miseria y oscuridad, tinieblas y angustia. Todo lo cubrirá la noche