ISAÍAS 44:6-8
ISAÍAS 44:6-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así dice el Señor, Rey de Israel y su Redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién proclamará lo que está por venir? ¿Quien puede declararlo y ponerlo en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? ¡Que les anuncien lo que viene, lo que está por venir! No temáis ni os amedrentéis. ¿No te lo hice oír desde la antigüedad y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. ¡No hay Dios sino yo! ¡No hay Roca, no conozco ninguna!
ISAÍAS 44:6-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Así dice el Señor, rey de Israel, su redentor, el Señor del universo: Yo soy el primero y el último, no hay Dios fuera de mí. ¿Quién es como yo? Que lo diga, que lo proclame y lo exponga ante mí. ¿Quién anunció el futuro de antemano? Que nos digan lo que va a suceder. No tengáis miedo ni temáis, ¿no lo anuncié y lo dije hace tiempo? Y vosotros sois mis testigos: ¿Acaso hay Dios fuera de mí? Yo no conozco ninguna otra Roca.
ISAÍAS 44:6-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor, el rey y libertador de Israel, el Señor todopoderoso, dice: “Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay otro dios. ¿Quién hay igual a mí? Que hable y me lo explique. ¿Quién ha anunciado desde el principio el futuro, y dice lo que está por suceder? Pero, ¡ánimo, no tengáis miedo! Yo así lo dije y lo anuncié desde hace mucho, y vosotros sois mis testigos. ¿Hay acaso otro dios fuera de mí? No hay otro refugio; no conozco ninguno.”
ISAÍAS 44:6-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Así dice el SEÑOR, el SEÑOR Todopoderoso, rey y redentor de Israel: “Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay otro dios. ¿Quién es como yo? Que lo diga. Que declare lo que ha ocurrido desde que establecí a mi antiguo pueblo; que exponga ante mí lo que está por venir, ¡que anuncie lo que va a suceder! No tembléis ni os asustéis. ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”».