ISAÍAS 43:22-28
ISAÍAS 43:22-28 La Palabra (versión española) (BLP)
No me has invocado, Jacob, te cansaste de mí, Israel. No me trajiste ovejas en holocausto ni me honraste con tus sacrificios; no te obligué a servirme ofrendas ni te cansé exigiéndote incienso; no me compraste caña aromática ni me saciaste con la grasa de tus ofrendas. Al contrario, me agobiaste con tus pecados y llegaste a cansarme con tus culpas. Yo, soy yo quien borra tus crímenes y decido no acordarme de tus pecados. Aduce tus razones y discutamos, dilas, si quieres ser absuelto. Tu padre fue el primero en pecar, tus guías se rebelaron contra mí. Por eso dejé sin honra a los jefes del santuario, entregué a Jacob al exterminio y expuse a Israel a la ignominia.
ISAÍAS 43:22-28 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Sin embargo tú, Israel, pueblo de Jacob, no me invocaste, sino que te cansaste de mí. No me ofreciste holocaustos de ovejas ni me honraste con sacrificios. Pero yo no te abrumé pidiéndote ofrendas ni te molesté exigiéndote incienso. No has tenido que comprar caña aromática para traérmela como ofrenda, ni has tenido que complacerme con la grasa de animales sacrificados. Tú, en cambio, me cansaste con tus pecados, me molestaste con tus maldades. “Pero yo, por ser tu Dios, borro tus crímenes y no me acordaré más de tus pecados. Si tienes algo contra mí, sometámoslo a juicio. Trae tus argumentos, a ver si sales inocente. Tu primer antepasado pecó, tus maestros se rebelaron contra mí, tus gobernantes profanaron mi templo; por eso dejé que Israel, el pueblo de Jacob, fuera destruido e insultado.
ISAÍAS 43:22-28 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Pero tú, Jacob, no me has invocado; tú, Israel, te has cansado de mí. No me has traído el cordero de tus holocaustos, ni me has honrado con tus sacrificios. No te he abrumado exigiendo ofrendas de grano, ni te he agobiado reclamando incienso. No me has comprado caña aromática, ni me has saciado con el sebo de tus sacrificios. ¡En cambio, tú me has abrumado con tus pecados y me has agobiado con tus iniquidades! »Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados. ¡Hazme recordar! Presentémonos a juicio; plantea el argumento de tu inocencia. Tu primer antepasado pecó; tus voceros se rebelaron contra mí. Por eso humillé a las autoridades del templo; entregué a Jacob a la destrucción total, entregué a Israel al menosprecio.